Elizabeth

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Habían pasado dos semanas desde que Arabelle comenzó a actuar extraño, la mayoría de las veces se lo pasaba con Jackson y James, algunas veces Lucas estaba con ellos, pero lo realmente extraño es que ambos chicos esquivaban a su amigo cuando estaban con Arabelle, aquello me parecía cruel e inhumano, algo ocultaban esos tres y hoy lo descubriría.



Llegue al instituto por mi cuenta gracias a que mi mejor amiga me había dejado olvidada en mi casa, aquello me tenía molesta porque sabía que lo había hecho porque seguramente se encontraba con James y Jackson, si no fuera porque era mi mejor amiga que me decía cualquier cosa importante en su vida, podría jurar que era novia de alguno de ellos, pero estaba segura que no era así o eso creía.

Entre al instituto y me dirigí a mi casillero, por extraño que pareciera había llegado tarde y sabía que el profesor de Química no me dejaría entrar, él nunca lo hacía con los estudiantes que llegaban atrasados, cuando el cerraba la puerta del salón de clases, nadie entraba y nadie salía, eran las reglas pero se podían romper si algo urgente ocurría, aunque este no era mi caso y sin una justificación firmada por mis padres no podía hacer nada.

Al llegar a mi casillero tome lo que necesitaría para la siguiente clase y me dedique a caminar por los pasillos del instituto mientras pensaba que mi mejor amiga estaría viendo clases con alguno de sus nuevos amigos por los que me estaba ignorando sin parar.

Los pasillos a esta hora estaban vacíos casi por completo, algo normal a esta hora ya que casi nadie tenía la primera hora libre y los que la tenían aún estaban en sus casas durmiendo o alistándose con tranquilidad porque no necesitaban llegar a tiempo.

- ¿Tienes lo que te pedí? – escuche justo cuando iba a cruzar al pasillo de la derecha; como muchos en el instituto, ya había escuchado aquella voz e igual que la gran mayoría, evitaba a la persona por completo.

- Si, aquí esta – la segunda voz no la había escuchado jamás, era la voz de un chico.

Me apegue a la pared y me escondí allí mientras trataba de asomarme para ver quien estaba hablando con el chico más problemático y al que debías evitar a toda costa en el instituto; desde donde me encontraba solo podía ver a Matthew desde lo lejos, el otro me daba la espalda y aunque quisiera verlo mejor no podía arriesgarme a que Matthew me viera, eso sería como firmar mi propia sentencia de muerte, pero desde donde me encontraba pude notar que el chico rubio que no estaba nada mal por detrás le pasa un rollo de billetes que estaba segura que habían casi cien verdes, luego Matthew algo que no logre identificar pero se veía bien envuelto, y conociendo a Matthew o su reputación el contenido de aquello podría ser cualquier cosa, yo no era tonta para acercármele, pero al parecer ese chico si lo era porque estar relacionado con Matthew Evans y sobre todo con el tipo de cosas que algunos decían que estaban relacionadas con él, podías terminar mal, algunos decían que muchos de los que estaban relacionados con él habían desaparecido o había aparecido su cuerpo en un lugar remoto, no es de extrañarse que la mayoría con medio cerebro en el instituto le temía, aunque solo eran rumores y nada había sido comprobado.

- Me gusta hacer tratos contigo – Matthew le sonrió colocando una de sus manos sobre el hombro del rubio mientras que con la otra guardaba el dinero que este le había dado en uno de los bolsillos de su chaqueta de cuero.

- Y a mí – respondió el rubio.

Un sonido en el pasillo justo por donde yo había venido se escuchó lo que alarmo a ambos chicos, aquello también me alarmo a mí y me aleje de la esquina para que no me vieran y antes que ellos o la otra persona que venía me viera, decidí esconderme en el baño de mujeres que se encontraba en aquel pasillo.

CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora