Collins

James

Llegue al estacionamiento del instituto y no vi por ningún lado la camioneta de Adam lo que me indicaba que Mackenzie no había llegado aun, me quede esperando un rato por si llegaba mientras me escribía con Jack en Whatsapp, una que otra vez quitaba la vista de mi celular y la paseaba por el estacionamiento para ver si Mackenzie había llegado, pero no había indicios de ella.

Observe como la única chica pelirroja que conocía pasaba caminando frente a mi camioneta sin notar que yo estaba ahí, desde lo lejos pude notar que estaba molesta por algo sin contar que caminaba muy rápido para ser una chica.

Salí de mi camioneta llevando mis cosas conmigo y camine hacia ella no sin antes ponerle seguro a esta; me costó alcanzarla ya que iba súper rápido, pero gracias a dios el instituto estaba casi vació y la detuve tomándola del hombro, esta me miro como si fuera a golpearme, pero al verme se calmo un poco y solo me fulminó con la mirada.

- ¿Qué sucede? - pregunto con seriedad.

- ¿Todos los días te despiertas de mal humor? - pregunte por su actitud.

- No, solo cuando trato con gente indeseada - respondió haciendo una mueca mientras desviaba la mirada para otro lado.

Sus palabras me enojaron por lo que la mire molesto y me aleje de ella, no estaba dispuesto a seguir dándole el gusto cada vez que me trataba de esa forma, intentaba de llevarme bien con ella ya que era nueva y no conocía a nadie en Forks, pero con su actitud se quedaría sola en un lugar donde la mayoría era amable con los demás.

- Espera - escuche su voz pero no me detuve, ya estaba cansado de esa actitud suya de todos son estúpidos y los odio por eso.

Detuve mi paso ya que ella se detuvo atravesándose en mi camino, se veía un poco preocupada a causa de mi reacción, pero no decía nada así que la hice a un lado y ella me tomo del brazo, aun así me zafe de su agarre y seguí con mi rumbo, pero de un momento a otro sentí como alguien se lanzaba en mi espalda haciendo que casi pierda el equilibrio, aunque logre recomponerme e hice que se bajara de mi espalda.

- ¿Qué sucede contigo? - le grite molesto; gracias a Dios no había nadie en los pasillos para que viera lo que estaba pasando.

- Salí de casa sin desayunar porque alguien se quedo en mi casa y ahora no tengo energías para seguir caminando - respondió tratando de tomar un poco de aire ya que sin darme cuenta ella había corrido hasta donde me encontraba.

Gracias a sus palabras me di cuenta que cuando me había dicho de alguien "indeseable", no se había referido a mi mientras que yo solo estaba enojado con ella por sus palabras, aunque ella solía ser todo el tiempo así siempre que estaba conmigo.

- ¿Quieres desayunar? - le pregunte y esta asintió en respuesta - espera aquí - me aleje de donde estábamos.

- ¿A dónde vas? - me pregunto desde donde se encontraba.

- Solo espérame, ya vuelvo - le sonreí para luego seguir con mi camino.

- Toma - le pase una de las bolsas junto a un café.

- Gracias - dijo con una pequeña sonrisa en el rostro, algo que me sorprendió pero me hizo feliz a la vez.

- Deberías sonreír más a menudo - le dije cuando le dio un mordisco a su emparedado haciendo que me mirara raro para luego tomar un poco de su café.

- ¿Eso te funciona? - pregunto confundiéndome.

- ¿Qué cosa? - pregunte sin entender.