James

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Mi camino a la cafetería fue tranquilo y no me tope con ninguno de mis amigos; como todos me forme en la fila para comprar mi comida y tome una bandeja para servirme lo que comería, tome una hamburguesa, papas fritas y una rebanada de pastel de chocolate, aquel era el día de las hamburguesas, por lo que la fila siempre era larga ya que todos querían conseguir una antes de que se acabara.

- Hola lindo - escuche una voz a mi espalda.

- No estoy de humor Brittany - dije sin observarla.

Después de mi primera clase había pasado un día tranquilo ya que en ninguna de mis clases estaba ella y sus molestas insinuaciones o su insistencia para que salgamos, ya me estaba cansando de todo eso y si no me dejaba tranquilo iba a explotar en cualquier momento.

- No seas así conmigo - respondió con un tono de molestia por lo que rodé los ojos.

Ella siguió hablando, pero ya no estaba prestándole atención, tenía la vista enfocada en mi bandeja y algunas veces la alternaba para poder avanzar cuando el que estaba al frente de mi lo hacía.

Una leve risa llego a mis oídos devolviéndome a la realidad, levante mi mirada y note como un chico rubio que jamás había visto, se encontraba riendo mientras negaba divertido, apuesto que le causaba gracia la insistencia de Brittany o mi actitud para con ella.

- ¿De qué te ríes? - le pregunto Brittany mirándolo molesta.

Desde que yo la conocía, nadie se metía con ella o se burlaba, si eso pasaba la persona sufriría las consecuencias de tal acto, la única persona que podía hacerlo era su hermano que no le importaba ninguna de sus amenazas.

- De nada - respondió el chico sonriéndole a Brittany.

Rodé los ojos sabiendo sus intenciones, aquella acción no era la mejor ya que conocía muy bien a Brittany como para saber que cuando alguien le llega a gustar o esta encaprichada con esa persona, no deja de molestar hasta que cumpla con su cometido y tenga a la persona a su merced hasta que se aburra completamente de ella, y yo no he tenido la suerte de que se aburra de mi, aunque desearía que eso sucediera pronto.

- Lo siento pero no estoy disponible - respondió Brittany con una sonrisa de autosuficiencia para luego entrelazar su brazo con el mío.

- Oh - respondió sin borrar la sonrisa del rostro - tampoco estaba interesado.

Lo último lo susurro, pero eso basto para que Brittany lo mirara furiosa y antes de que dijera algo la arrastre para pagar por nuestras comidas, y luego la arrastre hasta que estábamos un poco lejos de la fila y de las mesas.

- ¿Por qué has hecho eso? - me pregunto molesta.

- Si lo dejas tranquilo y a mí por el resto del día tendremos esa cita que tanto quieres - le dije molesto pero controlando mi voz para que solo ella me escuchara y no algún chismoso.

Al escuchar aquello su expresión de enojo cambio dramáticamente, tenía una sonrisa de oreja a oreja que me daba miedo, llevaba todo el día negándome a su petición para que en el momento en que mi paciencia se acabo termine aceptando.

Estoy jodido.

- ¿Es enserio? - me miro con aquella sonrisa juguetona que siempre me daba.

¿Qué acabo de hacer?

"Te acabas de meter en la boca del lobo."

- Ense... - me interrumpió besándome por sorpresa y me agarro del cuello para que no me alejara del beso el cual tuve que corresponder para que me soltara.

CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora