31| De vuelta a casa

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Mark abrió los ojos sintiendo un terrible dolor en la cabeza, recorrió con la mirada el lugar donde estaba, era una habitación llena de periódicos y fotografías cortadas por la mitad

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Mark abrió los ojos sintiendo un terrible dolor en la cabeza, recorrió con la mirada el lugar donde estaba, era una habitación llena de periódicos y fotografías cortadas por la mitad.

— ¡SeokJin! — gritó desesperado sin recibir respuesta, sentía su corazón acelerado hasta que notó que Jin estaba recostado sobre una cama frente a él.

Intentó levantarse pero su pie estaba encadenado hacia un fierro que sostenía la ventana cerrada. — ¡Jin!

Rápidamente el menor despertó, tratando de ubicar su voz, se movió lentamente por la habitación hasta llegar con Mark y abalanzarse en sus brazos.

— ¿Estás bien?— preguntó Mark abrazándolo fuerte.

— Tengo miedo, Mark...— murmuró SeokJin tembloroso.

Justo en ese momento el padre de YoonGi entró, su mirada se volvió oscura cuando los vio abrazarse.

— ¿Quién demonios es usted?— gritó Mark tomando con más fuerza a Jin.

— ¡No abraces a mi JaeRim, él es solo mío!— exclamó el hombre jaloneando a SeokJin.

SeokJin se aferraba más a Mark y entre sollozos pedía a gritos que lo dejara en paz, no entendía porqué seguía repitiendo el nombre de su padre.

Mark tomaba con más fuerza a SeokJin en sus brazos pero el hombre le dió un golpe en la cabeza haciendo que pierda el conocimiento nuevamente.

El hombre tomó a SeokJin cargándolo hacia fuera de la habitación, entró a otra la cuál lucia más limpia y lo recostó sobre la cama. — No llores, mi amor, soy yo JooHyuk.

— No te conozco... Quiero a YoonGi-chi—  murmuró SeokJin entre lágrimas.

— ¿YoonGi?, ¿Mi hijo?— preguntó el hombre acariciando la mejilla del menor. — Él iba a ser nuestro bebé también.

—¿Eres su padre?— preguntó SeokJin intentando dejar de llorar.

La mano de JooHyuk siguió acariciando su mejilla y bajaba hasta su cuello.
— Sí..., Tú lo sabes cariño.

— Yo soy SeokJin, mi padre es JaeRim... Yo no soy JaeRim— SeokJin dijo más tranquilo.

De pronto el hombre rompió en llanto abrazando con fuerza al menor. — Es cierto... Mi JaeRim está muerto, me lo arrebataron...

SeokJin hizo un puchero con los labios sintiendo sus lágrimas nuevamente venir, ¿Cómo conocía el padre de YoonGi a su papá?.

De pronto un fuerte sonido lo asustó, ya no sintió el cuerpo del hombre pero sintió la presencia de alguien más.

—Huyamos, SeokJin— exclamó Mark tomándolo de la mano, su cuerpo le dolía pero era ahora o nunca.

JooHyuk quedó en el suelo inconsciente debido al golpe que Mark le dió en la cabeza.








SeokJin sostenía con fuerza la mano de Mark, quién hablaba con unas personas. Después de unos veinte minutos escucho una voz muy conocida.

— ¡Jinnie!

SeokJin a penas y se levantó de la silla cuando el cuerpo ajeno lo apreso entre sus brazos haciéndolo soltar la mano de Mark.

—¿Hoseok?— preguntó Jin, nunca olvidaría el aroma del mayor.

— Estuve tan preocupado, ¿Estás bien?, Ese maldito te llevó con él a la fuerza, ¿Cierto?— decía Hoseok inhalando el dulce aroma de su SeokJin.

Mark frunció el ceño evidentemente enojado. —Si con maldito te refieres a YoonGi, estás equivocado.

—Si, Hobi, YoonGi-chi solo me llevó a conocer cosas nuevas, no digas esas cosas de él— dijo SeokJin intentando separarse pero la mano de Hoseok lo sostenía con fuerza.

— Hablaremos más tarde sobre eso, ahora volveremos a casa— dijo Hoseok observando de mala manera a Mark.

SeokJin ladeó la cabeza confundido.
—¿Con Mark, Jackson y YoonGi-chi?

Hoseok suspiró frustrado. — No, a casa con tu madre.

— ¿Qué?, No puedes alejarlo de YoonGi— Mark intento detenerlos.

— ¡Quiero ver a YoonGi! — pidió Seokjin desesperado.

—¡Ya basta, SeokJin!, Maldita sea...— gruñó Hoseok y se llevó casi a rastras al menor.

En ese momento los oficiales esposaron a Mark y se lo llevaron a encerrar por cómplice de secuestro.





Todo el viaje a casa, SeokJin lloró en la parte trasera del auto, no pudo despedirse de Yoongi y por su culpa habían encerrado a Mark. Además Hoseok no estaba siendo para nada amable.

En tu mirada| YOONJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora