Jungkook miraba con detenimiento unos perfumes caros que estaban sobre un estante. La empleada estaba lejos y entretenida, se lamió los labios antes de tomar uno con rapidez y esconderlo en su chamarra pero al darse la vuelta para irse, fue tomando por su brazo.
— ¿Qué? —preguntó jaloneandose.
Alzó la mirada y unos profundos ojos color avellana lo observaban con tristeza. — No debes robar. Si deseas algo debes trabajar duro por obtenerlo.
Jungkook dejo el perfume de nuevo en su lugar y se jaloneo del agarre, saliendo a toda prisa del lugar. Era humillante que un joven tan atractivo lo viera hacer eso. Le prometió a NamJoon que no volvería a robar pero sabía que tenía severos problemas con eso.
De pronto se quedó parado, aquellos ojos, aquel rostro, corrió de regreso al local pero ya no había rastro de ese joven. Si no estaba equivocado debía ser Kim SeokJin.
Al llegar al departamento de YoonGi, entró con rapidez. — Hyung, no vas a creer a quién me encontré.
— ¿A quién? — preguntó YoonGi entretenido con la estufa, estaba vigilando su comida para que no se le quemara.
Había decido aprender a cocinar para el día que Seokjin regresara.
— A SeokJin, Kim SeokJin— soltó el pelinegro sonriendo.
Rápidamente YoonGi volteó y casi se le resbala el cucharón de las manos. — ¿Dónde lo viste?—, ¿acaso su SeokJin había vuelto al fin?
— En un centro comercial — respondió Jungkook omitiendo el hecho de la manera en la que lo vió.
YoonGi apago la estufa y tomó su celular, llamando con rapidez a Hoseok para informarle esto aunque aún no podía creerlo, ¿Qué hacía Jin ahí?. Él debería ya haberse comunicado, ¿Por qué andaba rondando en la ciudad?
El resto de la tarde se la pasó intranquilo, no ha recibido de vuelta la llamada de Hoseok y aunque regresó al centro comercial no encontro a SeokJin. Se encontraba feliz pero confundido, desea volver a verlo y decirle lo mucho que lo había extrañado pero también se sentía inseguro.
SeokJin se encontraba enfrente de su antigua casa, era realmente muy tétrica y enorme, observarla lo había hecho viajar de nuevo al pasado, recordando la voz de su padre y de su madre. Él pensaba que todo estaba bien cuando en realidad ambos estaban sufriendo, dentro de su burbuja infantil sus padres se amaban y eran la pareja perfecta, fuera era un total infierno para ambos.
Y era ajeno a todo eso.
Las palabras del señor Min seguían retumbando en su cabeza. No podía asimilar nada de lo que escuchó y tampoco sobre el pasado de su amado Yoongi pero quería saberlo por eso salió a buscar respuestas.
Él nunca le quiso decir sobre su profesión antes de conocerse pero se negaba a creer que Min Yoongi lastimaba a personas quitándoles su dinero. Pero ahora cuando se reencontrarán escucharía de sus labios que todo era una mentira y si lo era, estaba dispuesto a afrontarlo todo.
Se dió la vuelta para irse y se sorprendió al ver ahí a un joven de cabellos rubios, más bajo que él y de una piel tan blanca, sus ojos oscuros no le quitaban la vista de encima. Sonrió de inmediato, estaba seguro de que está persona debía quién estaba imaginando.
Su corazón le gritaba que era Min YoonGi.
— ¿Y-yoongi? — preguntó con las manos temblorosas y los ojos llorosos.
— No — respondió el desconocido y siguió su camino. — Lo siento.
El corazón de SeokJin se rompió cuando lo vio perderse entre las calles, esa voz, él era YoonGi, su aroma. Pudo no haberlo visto durante el tiempo que estuvieron juntos pero lo conocía a perfección y no entendía porque había negado que era él.
— Yoongi es un verdadero mentiroso — murmuró débilmente.
¿Por qué había huido así de él?, ¿Acaso ya no lo quería más?
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En tu mirada| YOONJIN
Hayran KurguUn chico ciego que conoce el mundo a través de los ojos de un delincuente. ◕ Errores de ortografía y de narración. ◕ Historia totalmente de mi autoría; prohibida su copia; adaptaciones solo con permiso. ◕ (2018)