Un chico ciego que conoce el mundo a través de los ojos de un delincuente.
◕ Errores de ortografía y de narración.
◕ Historia totalmente de mi autoría; prohibida su copia; adaptaciones solo con permiso.
◕ (2018)
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Un año. Había pasado ya doce meses desde que te alejaron de mi, no sé cómo he podido vivir sin tenerte a mi lado pero cada día pienso que volverás o que te encontraré.
Porque nuestro amor es fuerte nos volveremos a reunir y cuando lo hagamos, te demostraré que soy digno de tu amor.
— Hyung. ¿Qué haces? — preguntó curioso Jungkook.
Yoongi dejo de limpiar el piano que solía tocar para Jin, debido a que Hoseok aún tenía acceso a la mansión podía entrar cuando quisiera y estar con el piano le hacía recordar a su menor. Habían logrado entrar de nuevo en la mansión y la estaban cuidando entre todos.
— Lo mantengo limpio para Jin, a él le gustaba que yo tocara mientras él cantaba — Yoongi recordó.
— También Jimin Hyung cuida de las flores.¿En serio crees que volverá? — preguntó Jungkook mirando hacía afuera donde Jimin regaba las flores.
Yoongi suspiró, realmente no tenía respuesta para eso pero tenía la esperanza de que así fuera, extrañaba tanto a su chico de hermosa sonrisa. Extrañaba verse reflejado en esos ojos avellanas que aunque nunca pudieron verlo, el alma de Jin pudo conocerlo.
SeokJin pudo ver a través de su apariencia o forma de actuar. Él conoció sus sentimientos y lo acepto sin saber nada, jamás nunca en la vida encontraría a alguien como Kim SeokJin.
— Volverá — Jungkook respondió sonriendo. — Esa es la respuesta, Hyung.
Yoongi lo observo confundido y luego asintió. Sí, SeokJin y él volverían a estar juntos, aún tenía muchas esperanzas.
El señor Min se encontraba leyendo aquel libro favorito que su amante solía leer a menudo. Era un libro de amor trágico, tanto que ambos protagonistas morían, uno por enfermedad y el otro por soledad.
Al leer las líneas podía recordar como JaeRim se sentaba frente a él, subiendo sus pies sobre los suyos mientras de reojo a través de sus gafas se observaban y terminaban dejando la lectura a medias para darse mimos y uno que otro beso.
Su amor fue tan intenso que incluso lo volvió loco pero jamás habría sido capaz de lastimarlo como todos e incluso su hijo piensan. JaeRim era su todo, el amor de su vida.
Lo fue desde que lo conoció por primera vez y lo sería en su eternidad, se llevaría este gran amor a la tumba.
Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas, los medicos decían que debía olvidar a JaeRim pero jamás lo haría, no sería capaz, se lo prometió cuando lo vio morir en sus brazos.
Incluso le prometió que cuidaría de su hijo pero no pudo, toda su cordura desapareció cuando JaeRim se fue.
— Señor Min, tiene visitas — la enfermera de cabellos negros entró abriendo la puerta.
JooHyuk volteó cerrando el libro de sus manos, observó a la mujer y después su mirada paso al joven que estaba a lado de ella.
–JaeRim...– murmuró sin aliento y con las piernas temblorosas.
