ᴏᴄʜᴏ

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Su coche se detiene frente a ese imponente edificio, el Kim baja del auto y le da las llaves al portero con una sonrisa.

Busco mi bolso en el asiento trasero, y cuando finalmente logro tenerlo entre mis manos, la puerta se abre y Taehyung articula un; —Baja, linda.

Muevo la cabeza en respuesta y él me tiende su antebrazo cabellerosamente.

—¿Lista para ésta velada? —gesticula travieso y su mirada recorre la enorme instalación.

¡Está refiriéndose a esta noche como una "velada"!

Me incorporo rápidamente, dejando de lado ese tipo de pensamientos irrealistas, mientras demuestro una cálida sonrisa a mi acompañante.

—¡Desde luego, contigo todo es más divertido! —contesto ante su jocosa mirada y comienzo a caminar hacia los adentros del lugar.

Él me sigue sin decir palabra alguna, más que una sonrisa que se encontraba iluminando su rostro ante la gente.

«Su sonrisa me encanta... »

El ascensor asciende rápidamente hasta el Luv principal del edificio. Cuando finalmente las puertas se abren, me encuentro con una reunión que, parcialmente, se asimila a una fiesta de adolescentes.

Hijos de empresarios bailan y beben alcohol, ¡y que decir de los padres! Arrimados contra la barra de bebidas...

Suelto un suspiro ahogado y de repente, Taehyung aumenta su agarre en mi mano cuando mira al Jeon pasar a nuestro lado con un par de copas en mano, una seductora sonrisa y un guiño dirigido a mi.

El Kim me mira con una ceja arqueada y me tira de la mano hacia una mesita a la par del balcón.

—¿Por qué te sonríe? —me recrimina diligente a mi mirada.

—No lo sé. —gesticulo mirando el móvil en mi mano.  —¿Tomamos algo?

Suelta un bufido inminentemente audible, quizás porque he cambiado el tema de manera un tanto brusca.

—¿Te ha vuelto a hacer algo indebido? —se refiere al Jeon, con mirada sosiega y me mira directamente a los ojos.

«Acaso... ¿Está celoso?» «O, probablemente se preocupa por ti. »

Tomo el dorso de su mano izquierda y la acricio un poco, deseando apaciguar su preocupación; —Tranquilo. Todo está bien.

Entonces su mirada se ilumina, radiante clava sus ojos en los míos; —¡Excelente! De lo contrario, le romperé la cara.  —Se carcajea divertido ante mi mirada asustada, antes de levantarse a por un par de tragos.

En ese momento me pregunto, ¿Dónde estarán mis padres? 

Busco con la vista por encima del millar de cabezas que recorren la zona, buscando la cabellera negra de papá... Pero, nada.

Decido esperar a Taehyung, luego iría a ver a los susodichos.

Finalmente, lo miró regresar con un par de bebidas sujetas entre sus manos. Luego, se sienta a mi par y con una sonrisa me señala la copa; —Esto es soju, ¡Se lo toma de a poco, o te marearás! —advierte con prosa de barman. — Ahora, da un sorbo.

Me tiende la bebida con la mano derecha y con la otra toma mi barbilla incitándome a beber.

Tomo un trago insegura del sabor, y paso trabajosa el líquido por mi garganta.

—¿Y, qué te pareció?  —pregunta con los labios curvos en una sonrisa.

Niego con la cabeza y paso saliva, entre tanto el ríe a carcajadas.
Comienza a beber de su copa como si fuera agua, y al cabo de unos minutos vuelve a tomar mi mano.

—¡Quiero bailar! —exclama lleno de euforia, como un niño pequeño.

Me muestra su sonrisa cuadrada y me dirige hacia el centro de la pista. Una de sus manos se posiciona alrededor de mi cintura miestras que con la otra une nuestras manos.

—¿Sabes bailar?

«Vale, no. »

Miro sus ojos con las mejillas infladas cuando el comienza a mover sus pies al ritmo de la suave música.

Me reincorporo contra su cuerpo un poco nerviosa, y ante tal situación decido mirar por encima del hombro de mi acompañante.

Oh-no...

No recuerdo el momento en que vi a Jeon Jungkook estar cerca de nosotros, al contrario, tenía la impresión de que él se encontraba lejos de mi.

Su gélida mirada observa sin rastro de sigilo mi mano en la espalda de Taehyung, mientras chasquea la lengua y juguetea con el líquido en ese reluciente vaso de cristal. 

Finalmente, me recorre de hito en hito antes de rodar los ojos y retirarse lejos de aquel perímetro.

La música acaba y Taehyung se separa de mi cuerpo con una sonrisa. — ¡Bailas bien! — alega tiernamente, a pesar de ser todo lo contrario.

—G-gracias.

Respondo apenas con un hilo de voz y la mirada impregnada en la baldosa del lugar. Luego, decidida me dispongo a hablar.

Lastimosamente, el Kim fija su mirada en una billetera arrinconada en la esquina contraria de nuestra mesa, cortando lo que tenía que decir.

La mesa está vacía. Por ende, esa bolsa no es mía, y por la expresión intrigada de mi acompañante debo deducir que tampoco le pertenece.

Suelta mi mano con una sonrisa perversa y con pasos dominantes se acerca a la billetera.

Lo sigo sin articular palabra alguna, pues no tengo nada que decir.

Cuando el pequeño bolso de cuerina que de su costado sobresalía la marca de "Lacostte" posa entre sus dedos, el Kim suelta una severa carcajada; tanto que me ha llegado a impactar.

—Ja-ja. —murmura incoherente mientras revisa con lujo de detalles la pobre billetera. Recorre sus proporciones mirando la parte interior, —¡Tenía razón!  —suelta otra carcajada. Luego, me extiende la antes mencionada con su dedo índice indicando un nombre bordado.

—Jeon... ¿Esa billetera es de Jungkook? —por un momento se me ha pasado por la cabeza que él la había dejado en la mesa a propósito.

—¡Jáh! Cuando sea de esa manera, presiento que Jeon quedará en la ruina. —anticipa mordiendo la cara interna de su mejilla.

Y de nuevo me toma de la mano, guardando aquel accesorio en su bolsillo trasero.

¿Acaso pensaba quedarse con ella?

—¡Kim Taehyung! —el me mira asustado. —¿Vas a devolver eso? ¿Verda–

Pero de repente, él me calla con un beso en el dorso de mi mano. —Silencio. —me silencia con una seductora sonrisa. —Tengo a alguien a quien presentarte.




✔ ; ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ.

SEXUAL GAME  ⏐  J. Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora