No recordaba haber puesto una alarma.
¡Pero ahí está! Despertándome con su exasperante tono.
Tomé el celular apagando la notificación y revisando los mensajes.
Papá había dejado una nota sobre la mesa de noche, justamente a la par de mi celular. Indicando mis pendientes de hoy.
Mi estómago gruñe, lo primero que haré será comer algo antes de dirigirme al instituto nuevo.
Retiro la pijama por algo casual y bajo hacia el comedor del hotel. Preparándome para hablar nuevamente en coreano.
Me posiciono en uno de las mesas de dos, antes de que el camarero me entregue el menú.
¡Comida extravagante! No había probado ninguno de esos platos. Así que...
—¡Buenos días! —La educación ante todo. —Creo que pediré... Este. —apunté con mi dedo índice sobre el listado de comida.
El chico asintió con una sonrisa tierna antes de retirarme el menú de las manos con delicadeza.
Al cabo de un rato, el chico se acerca con dos platos y una sonrisa impregnada en su lindo rostro. Le agradezco y comienzo a comer.
Pero, me percaté de algo. Un grupo de chicos me miraban con semblante jocoso. Uno de ellos comienza a caminar hacia mi, paso saliva y limpio mi boca con una servilleta dispuesta a hablar.
—Hey, princesa... —dice él, con un evidente tono coqueto en su voz.
¿Princesa? Oh, ya sé por donde va esto.
Meto otra cucharada de comida a mi boca, ignorando sus palabras por más descortés que sonase.
—¿Hola? Te estoy hablando, niña. —vuelve a llamar mi atención, esta vez ocupando otro tono de voz.
Levanto la mirada, fijando mi vista en él y le sonrío antes de levantarme de mi asiento.
—Lo lamento, tengo cosas que hacer. ¡Hasta luego! —digo vivazmente mientras tomó mi bolso.
Él me tomó del brazo, evitando que siguiese mi camino. Sonríe antes de volver a articular palabra; —Con calma, bonita. Deja me presento, mi nombre es–
—Dije, hasta luego. —le lanzo una mirada enojada. Él me mira de arriba hacia abajo antes de liberar su agarre.
Negué con la mirada antes de disponerme a pedir un taxi. Llevaba diez minutos de retraso y no me es conveniente llegar tarde el día de mi inscripción en el instituto.
Al llegar me aproximé en busca del despacho del director, el instituto es extenso y después de caminar alrededor de diez minutos ya me sentía extraviada.
Decido pedirle un par de indicaciones a una chica que se encontraba en mi campo visual, ¡perfecto! Quizás pueda amistarme con ella.
—¡Hola! Lamento molestarte, soy ____. —la saludo con mi cuerpo consumido en euforia.
Ella me entiende una sonrisa alegre y me mira con la cabeza ligeramente inclinada.
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SEXUAL GAME ⏐ J. Jungkook
Fiksi Penggemar──𝐶𝑎𝑟𝑖𝑛̃𝑜, 𝘩𝑎𝑔𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑠𝑒𝑎 𝑚𝑢𝑡𝑢𝑜. Él utiliza mi cuerpo y juega con mi estabilidad emocional, hasta tal grado de hacerme perder el aliento. Sé que tarde o temprano se aburrirá de mi, ¿Algo pasajero?, no estoy convenc...