SEXUAL GAME ⏐ J. Jungkook

ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ ɴᴜᴇᴠᴇ

HaNeul sonríe, posicionándose a la par del chico. Simplemente, se ha limitado a dedicarme una mirada superficial. Casi ignorándome por completo. Por último, devuelve su atención a SeokJin.

El rubio se encoge de hombros cuando Hyejin le exige una explicación concisa, en un ademán.

—Vine a comprar música. Es algo obvio, Hyejin-ssi—explica la pelirroja y entrelaza las manos.

He apretado los trozos del disco con más fuerza. Creo que se han trozado más de lo debido, es una lástima, amaba la discografía de Elvis Presley.

—Ah, excelente—. Hyejin se mantiene rígida. Se notaba a simple vista como tensaba la mandíbula con fuerza.

—¡Así es! Hace tiempo que no me cruzaba contigo, ¿cómo está Taetae? —¿Se atrevió a preguntar eso?, comenzaba a llenarme de unas colosales ganas de abofetearla, más por el uso de ese apelativo cariñoso a... No, en realidad, era por muchas más cosas—, me gustaría toparme con él alguna vez ¡Hay tanto de qué hablar!

Jodida mujer. Era verídico, odiaba esos chillidos que soltaba al finalizar cada palabra; en sí, su presencia me producía cólera.

—¡Escucha, zor–

—¡Kim Hyejin! — Seok se coloca en medio de nosotras y la Kim me sostiene fuertemente de los hombros. Es increíble la manera en la que él defiende a esa pelirroja.

O quizás, evita una potencial pelea.

—¡Oh!, ¿Quién es ella? —se ha referido a mi, señalándome y acercándose escasos centímetros. Ella sonríe medianamente—. Creo haberte visto antes...

Sus ojos me examinan de pies a cabeza, ha hecho una mueca con los labios. Oh, vaya imbécil, es mejor que se aleje o le romperé la cara sin ninguna apelación a un juicio.

—¿Ah, sí? —indago. Siento que mi voz ha salido tan ronca, que no disimulaba para nada mi inminente enfado.

—Ujúm, pero, no recuerdo donde... —simula pensar—, ¡oh, ya lo tengo! —se ha pausado, y su sonrisa se esfuma tan de repente—. Eres la chica de la foto... e–en el móvil de Kook.

Me congelé, es como si me lanzaran un potencial golpe de luchador de sumo. ¿Él tiene mi foto? ¡En su móvil!

¡En tú cara, Chae HaNeul!

—¿Eso crees? —ella curva los labios.

—Tan real como el disco roto en tus manos, cariño... —sus manos me arrebatan el sobre arrugado con los trozos. Sonreí con satisfacción, por primera vez en la noche—. No he preguntado por tú nombre, bonita.

—_____. Es increíble saber sobre ti, HaNeul.

Ha abierto la boca, cerrándola a la misma velocidad.

—Eso parece. ¡SeokJin!, yo pagaré el disco roto—me ha regalado una sonrisa plena, casi nítida antes de dar el disco al chico, luego, se sitúa mirándome a los ojos, con extrema superioridad—. Me encantaría que asistan a mi pequeña reunión.

En cuestión de segundos, acredita el pago del disco, su sonrisa no se borra. Al contrario, permanece más brillante que antes. En la cercanía pude percibir que usa lentes de contacto. ¡Por eso sus ojos antes eran verdes!