SEXUAL GAME ⏐ J. Jungkook

ᴠᴇɪɴᴛɪsᴇ́ɪs

—Oh, infelices. —los ojos de Namjoon se pasan de hito a hito por cada uno de nuestros rostros, Hyejin curva los labios— ¿Creyeron que no me daría cuenta? ¿Qué pensaron? «¡Kim Namjoon es un idiota!, que él pague la suspensión» ¡Pues no, bola de imbéciles!

El de cabello cenizo zapatea sobre la arena y golpea un par de troncos arrimados a un árbol.

—Eh, Nam. —aquel chico que antes mantenía su mirada constante a mi, toma por los hombros al susodicho. El delegado bufa y aparta al chico— Venga, toma un trago y relájate.

—¡Jongdae tiene razón! —una segunda voz se suma— Disfruta un poco, pareces tenso —la silueta imponente de Jeon se figura contra la espalda de Kim Namjoon.

El de mirada gatuna asiente. No, corrijo: Jongdae, tenía un lindo nombre.

Entonces, Jungkook se abre espacio entre Yoongi y Yerim, finalmente toma asiento. Sus ojos marrones se clavan en los míos, mirándome jocoso.

—Miren, no pienso cargar con las consecuencias de sus actos. Si alguien viene y los ve... ¡Yo tendré la culpa por no vigilarlos! —explica el delegado con un ademán en sus manos.

—¿Y quien vendrá? —Taehyung toma un sorbo de la lata, luego la balancea un poco— No seas aburrido.

—¡No soy aburrido! Sólo no quiero que me suspendan, Kim.

Estaba inmersa en la discusión, que ni me había dado cuenta de un pequeño detalle; Namjoon permanece en pijama. Llevaba un pantalón holgado y corto en los tobillos, de estos sobresalían unos adorables calcetines de koalas grisáceos.

«¡Es muy tierno como para tener ese
carácter tan poco apacible!»

Sonreí castamente.

—Mejor siéntate, come un par de malvaviscos y no te amargues la vida, Monnie. —la fémina a mi par se coloca de pie, arrastrando a Namjoon consigo.

—¿Y sí–

—¿Y sí mejor cierras la boca? Joder, que pesado eres. —musita Yoongi. Junkook se carcajéa a su lado.

Y sin más, un Namjoon resignado se coloca con las piernas cruzadas en una roca plana, un par de lugares más al mio; —Dame un trago.

Jongdae sonríe con victoria y Yeri le ofrece una lata hacia sus manos.

Mi cuerpo siete un escalofrío después de que la brisa me propine un gran golpe helado contra la espalda. Me abrazo a mi misma y suelto una maldición. Para colmo, no llevaba chamarra. ¡Genial! 

Los ojos de Taehyung me miran con atención.

Su anatomía se acerca aún más a la mía, luego de haber dejado la lata de su bebida a un lado. Sujeta el cierre de la chaqueta, bajándolo y estirando sus brazos para acogerme en un abrazo. Abrigándome.

Me remuevo débilmente. Él me toma de las manos.

—Puedes pescar un resfriado, —murmura contra mi oído, su reparación era cálida— quédate así.

—Gracias. —respondo y él me sonríe.

No obstante, cuando retomo rumbo a la conversación en brazos de Taehyung, la mirada pesada de Jeon me observa con detenimiento, encarando una ceja.