Algunas cosas sí que cambiaron.
Si Stiles ya tenía sus sospechas de que el único motivo por el que Derek y él podían razonar y estaban conscientes era porque estaban juntos, su teoría tuvo más sentido a raíz de no ser el único en saber quién era.
Porque apenas unos minutos después de saber que quien estaba a su lado era Derek Hale, y todavía sorprendido porque hubiera llegado a olvidarle con todo lo que significaba para él, apareció un nuevo objeto que hasta entonces no había tenido consigo: su cartera.
Convencido de que era una nueva pista, como ya hubiera ocurrido con las llaves del jeep y que le llevaron a recordar el momento exacto en que los Jinetes le secuestraron, Stiles la abrió rápidamente. Dentro encontró su documentación, así como varias fotografías en las que aparecía con Scott, Malía y Lydia.
Al contemplar a la pelirroja, a la que aparecía abrazando por la cintura, surgieron sentimientos encontrados. Por sus expresiones sonrientes era indudable que se llevaban bien pero... ¿tal vez había algo más?
Desde el momento en que la vio por primera vez había estado colado por ella. Y durante años había intentado mostrarle sus encantos con lamentables resultados, pero a cambio había ido creciendo entre ellos una amistad de la que jamás podría arrepentirse.
Pero entonces, ¿por qué en la conversación que tuvo con Lydia justo antes de que los Jinetes le secuestraran hablaron de sentimientos?
Esa parte todavía no la recordaba del todo. Pero sí que tenía claro que entre algunas cosas que dijo fue "estoy enamorado" y que ella respondió un "lo sé" demasiado sonriente como para provenir de alguien que no compartía esos mismos sentimientos.
Cuando pudo hablar con Lydia por radio no se había atrevido a contarle nada de aquello. Tenía miedo de que fueran imaginaciones suyas o que estuviera mezclando los recuerdos de sus sueños con los de la realidad, lo que sólo tendría como consecuencia que hiciera el ridículo. Y no le apetecía hacer eso delante de su mejor amigo y de su ex novia, muchas gracias.
Además, qué podía decir: "por cierto, Lydia, ¿puede ser que me dijeras que me quieres? Es que ahora mismo no me acuerdo y querría saber si tengo alguna oportunidad".
Como se le ocurriera decir algo así, incluso en el milagroso caso de que hubiera reconocido sus sentimientos para con él, ya podía dar por terminada esa posibilidad porque, ¿qué chica quiere escuchar que el chico que le gusta se ha olvidado de que le dijo que le quería?
Y Lydia tampoco había mencionado nada al respecto, por lo que mejor no arriesgarse y dejarlo para cuando estuviera fuera. Con suerte, en cuanto eso pasara todos sus recuerdos volverían a él y ya no le haría falta preguntar quién se suponía que le había dicho que le quería.
Por no hablar de que ahora mismo quien le encantaría que le dijera eso no era pelirrojo y ni siquiera mujer, sino que era la persona que tenía justo a su lado.
Mirando de reojo a Derek, volvió a sorprenderle que hubiera llegado a olvidarse de él. Y es que, al igual que le hubiera ocurrido con Lydia, desde el primer instante en que le vio todo su mundo se centró en el hombre lobo.
Y no sólo porque él era a quien debía acudir cuando había problemas, lo que ocurría una media de ocho veces por semana, sino porque también era la persona en la que pensaba las 24 horas del día; también cuando no había ningún peligro.
Haber estado a su lado durante horas sin saber realmente que era él, era curioso y frustrante al mismo tiempo. Sentía que se había fallado a sí mismo como adolescente enamorado.
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The Other Side
FanfictionStiles despierta en una estación abandonada sin saber cómo ha llegado allí ni dónde está exactamente. Pero esos no serán los únicos interrogantes con los que se encuentre... hasta que de pronto aparece un peculiar aliado que resulta ser otro misteri...