No tenía muy claro cómo había empezado. Tras una larga sesión de besos que se alargó bastante, pues los labios de Stiles ya se habían acostumbrado a la barba y no tenía que parar de lo mucho que le escocían, volvieron a recordar más cosas de su pasado.
Esta vez esos recuerdos se centraron en un pasado mucho más agradable. Y aunque pertenecían a una etapa en la que todavía no eran pareja, seguían siendo ellos dos y eso era lo único que importaba.
Y así fue como un segundo Stiles estaba insultando a Derek después de que se burlara de él al recordar la cara que puso cuando le vio la primera vez sin camiseta; al siguiente el hombre lobo le estaba besando porque al parecer le parecía adorable cuando se ofendía. Y en el tercero Stiles estaba respondiendo al beso con bastante efusividad, pues directamente se había sentado a horcajadas sobre el regazo del Beta.
Y no es que se hubiera cansado de los tímidos besos que se habían dado hasta ahora, más propios de dos personas que acaban de darse cuenta de que sienten algo la una por la otra y que... bueno, en teoría eso era justo lo que les pasaba, salvo por el detalle de que ya habían experimentado algo así en el pasado pero no terminaban de recordarlo.
Pero Stiles tenía que reconocer que al lado de eso poder besar a Derek con más fuerza, casi con rabia, y encima hacerlo notando su cuerpo bajo el suyo y, mejor aún, ver que Derek era igual de partidario del cambio de intensidad (o así lo dejaba intuir cierta parte de su anatomía), como que no iba a quejarse.
Y tampoco es que se lo estuviera montando con Derek a los cinco minutos de saber que había interés mutuo, como si eso fuera lo único que quisiera del pedazo de hombre lobo que estaba ahora con él. Primero porque ya le conocía desde hacía bastante, y al lado de ir al cine o a cenar quedar para acabar con el nuevo monstruo que había aparecido contaba mucho más como cita para aprender a conocerse. Y segundo porque, técnicamente hablando, estaba seguro de que ya habían hecho algo parecido en el otro lado, por lo que técnicamente no estaba a punto de perder su virginidad en medio de una estación de tren. Lo único que pasaba era que no lo recordaba.
Y sí, ahí había demasiados "técnicamente" implícitos, por lo que en realidad no estaba engañando a nadie, ni siquiera a sí mismo. Pero lo importante era que por fin estaba viendo cumplido su sueño de comerse a Derek a besos y no pensaba dar marcha atrás ahora.
Especialmente cuando la otra parte pensaba lo mismo. O así parecía indicar el hecho de que estuviera besándole con la misma efusividad y además lo hiciera al mismo tiempo que colaba ambas manos por debajo de la camiseta para acariciar su piel.
Y tal vez fuera porque él tenía más experiencia en esas cosas y era capaz de llevar la iniciativa, o porque Derek no contaba con el hándicap de estar encima de Derek, lo que era algo así como un destructor de neuronas, y que era justo lo que le estaba pasando a las de Stiles: que todavía no terminaba de creerse que ahora podía hacer cosas como subirse encima del hombre lobo y meterle la lengua hasta la campanilla, de paso que notaba su erección presionando su culo y, básicamente, estaba intentando no sufrir una combustión espontánea.
Estuvo a punto de hacerlo cuando Derek se quitó la camiseta en un fluido movimiento, como si desvelar ese asombroso cuerpo no fuera algo que mereciera un poquito más de ceremonia, y la colocó en el suelo. No es que fuera mucho, pero al menos esperaba que sirviera para evitar la mayor parte del polvo.
A Stiles tampoco le importó mucho, especialmente cuando comprendió que estaba a punto de ocurrir lo que ese chico virginal que era años atrás pensó que jamás le pasaría.
Con un gritito de júbilo que negaría para siempre Stiles se puso de pie, se quitó las playeras sin desatarse los cordones y comenzó a desabrocharse el cinturón.
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The Other Side
FanfictionStiles despierta en una estación abandonada sin saber cómo ha llegado allí ni dónde está exactamente. Pero esos no serán los únicos interrogantes con los que se encuentre... hasta que de pronto aparece un peculiar aliado que resulta ser otro misteri...