No se dio cuenta de que estaba aguantando la respiración el tiempo que tardó en llegar a la taquilla de información de la estación.
Nada más llegar rebuscó entre los cajones llenos de polvo. La primera vez que estuvo allí, mientras buscaban cualquier cosa que les permitiera contactar con el exterior, juraría haber visto algo que ahora tal vez le ayudara a contactar con Derek, fuera donde fuese que estuviera su mente.
Cuando por fin lo encontró salió a toda prisa, recorriendo de nuevo los pasillos y siguiendo el camino que esperaba fuera el correcto. Lo último que le podía pasar era que se perdiera en aquel laberinto entre las dos realidades.
Finalmente, tras un minuto que se le hizo eterno, encontró a Theo junto a un todavía inmóvil Derek, tal y como le había dejado: con la mirada perdida en el infinito.
- ¿Puedo saber qué pretendes? –farfulló Theo, quien todavía no sabía en qué consistía el plan de Stiles.
- Contactar con él a través de su miedo.
- ¿Miedo? –miró con descaro al hombre lobo que tenía a su lado, imponente-. No parece la clase de persona que le tenga miedo a nada.
- Te equivocas. Hay algo que le da pavor -Stiles agarró con más fuerza el objeto que había cogido y tragó con dificultad antes de encenderlo. En el acto la bengala cobró vida, iluminando la biblioteca de un rojo fantasmagórico-. El fuego.
- ¿Y crees que va a funcionar?
- No lo sé –susurró Stiles, pendiente de la más mínima reacción por parte del hombre lobo-. Pero sólo tenemos una manera de averiguarlo.
Al principio dio la sensación de que no iba a servir de nada. Pese a tener la llama a meros centímetros de su rostro, Derek parecía tan lejos de él como hacía unos segundos...
Pero entonces, de repente, gritó. Y no era un grito de dolor sino de angustia.
Stiles no tenía manera de saberlo, pero estaba convencido que en esos instantes lo que Derek estaba viendo era a su casa ardiendo hasta los cimientos y a su familia dentro, atrapada y muriendo sin que él pudiera hacer nada.
El hombre lobo retrocedió, aterrorizado.
Stiles habría sonreído al ver que lo había conseguido, sino fuera porque eso también significaba que tendría que hacerle más daño.
- ¡No dejes que se aleje! –gritó a Theo, tirándole la otra bengala que había cogido-. Tenemos que guiarle hasta la sala de comunicaciones.
- ¡Te has vuelto loco! ¿Sabes lo que nos puede hacer si intentamos acorralarle? Por si no te has dado cuenta, es un hombre lobo muy grande –entonces se dio cuenta de que sus ojos brillaban y que eran de color azul-. ¡Y además es un hombre lobo que ha matado a inocentes! Ese detalle se te ha olvidado comentármelo.
- Mira quién fue a hablar... ¿Y no era ese tu plan? –le recordó-. No te preocupes, no te hará nada –explicó, con el corazón en un puño al acercar de nuevo la bengala al rostro de Derek, obligándole a tomar el camino que quería.
- ¿Cómo estás tan seguro? Parece bastante cabreado.
- Lo que está es asustado. Y desesperado porque está viendo morir a su familia.
- ¿Qué?
- ¡Haz lo que te digo! –gritó con más autoridad de la que creía tener-. Si le estoy destrozando, obligándole a revivir su mayor pesadilla, que al menos sirva para algo.
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The Other Side
FanfictionStiles despierta en una estación abandonada sin saber cómo ha llegado allí ni dónde está exactamente. Pero esos no serán los únicos interrogantes con los que se encuentre... hasta que de pronto aparece un peculiar aliado que resulta ser otro misteri...