The Other Side

Capítulo 28

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Stiles no se tomó a mal el comentario de la Banshee. Antes bien, le guiñó el ojo del mismo modo que hubiera hecho antes con Derek, especialmente cuando la pelirroja le entregó su copa.

A su lado Derek se centró en la comida como si le fuera la vida en ello, no queriendo ser testigo de las muestras de cariño entre los dos amigos.

Por desgracia, su capacidad de disimulo poco pudo hacer frente al sexto sentido que Stiles había desarrollado a raíz de conocer la existencia de los hombres lobo. Y sobre todo a raíz de que uno de ellos pasara a ocupar el centro de su existencia.

Pero precisamente porque conocía muy bien a ese hombre lobo en particular, Stilinski junior decidió olvidarse del tema por el momento y dejar que Derek disfrutara de la comida. Bien se lo había ganado después de lo mucho que se había esforzado en prepararla.

Ya habría tiempo para sacar el tema más adelante.

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Por supuesto, tratándose de Stiles Stilinski, para quien esperar cinco minutos era una eternidad, el momento de sacar el tema llegó apenas se habían levantado de la mesa. Enseguida se empezaron a formar pequeños grupos a lo largo del loft, donde las conversaciones volvieron a ser de lo más variadas: que si iban a seguir en el equipo de Lacrosse al año siguiente, que cuándo comenzaban las clases de la universidad o si por fin le iban a dar a Melissa el aumento que tanto se merecía.

Derek, al que se le habían quitado las ganas de hablar, usó la excusa de ser el anfitrión para apartarse del resto y ponerse a fregar los platos.

Por desgracia para él, esa excusa no servía de nada con el otro anfitrión de la casa. Y menos cuando era uno que no aceptaba un no por respuesta.

Al principio no dijo nada. Tan sólo se acercó a su novio y empezó a secar los platos que Derek terminaba de enjuagar, los dos en un confortable silencio.

Hasta que Lydia acercó algunas copas de vino que habían quedado por recoger, comentando que Stiles había tenido suerte de encontrar a, probablemente, el único hombre lobo con más modales que los que eran 100% humanos.

Stiles protestó, queriendo saber si acababa de llamarle animal, mientras que Derek siguió con la tarea como si no hubiera oído nada, hasta que la chica regresó junto a Kira, Scott y Parrish.

Entonces el hombre lobo movió un poco el cuello. Éste crujió escandalosamente y a su lado Stiles puso una mueca de dolor, dándose cuenta de que estaba más tenso de lo que creía.

- Deberías hablar con ella –comentó, retomando la tarea.

- ¿Con quién?

- Con quien va a ser. Con Lydia.

- ¿Por qué habría de...?

Stiles le interrumpió, colocando una mano sobre la de Derek para que no cogiera el siguiente plato.

- Porque piensa que la odias. Y no quiero que piense eso. Principalmente porque a) no creo que sea el caso. Y b) si es el caso, no tiene ningún sentido –le miró descaradamente cuando Derek no consiguió disimular el gesto de desagrado-. Derek, nunca llegué a estar con ella.

El hombre lobo soltó un hondo suspiro. No tenía ningunas ganas de tratar ese tema ahora, rodeado de tanta gente, pero sabía que Stiles no se lo iba a poner tan fácil. Así que no le quedó más remedio que bajar mucho la voz, confiando en que todos los hombres lobo que les rodeaban respetarían aquella conversación privada.