Epílogo

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En el encuadre podía verse el East River de fondo con las impresionantes moles del Distrito Financiero de Manhattan destacando sobre el resto de edificios. La imagen tan propia de una postal se desenfocó durante unos segundos, mientras el fotógrafo ajustaba la cámara, y de pronto aparecieron en primer plano las cabezas de Derek y Cora Hale.

- Está bien. Quietos y decir: ¡Wolfsbane!

Las sonrisas que habían conseguido perfeccionar para la fotografía desaparecieron en el acto, siendo sustituidas por dos ceños fruncidos sospechosamente parecidos.

- ¿Es en serio? -preguntó la mujer lobo.

- Vamos, no seas tan quejica -protestó Stiles frente a los hermanos, sujetando la cámara-. Te recuerdo que fui yo quien permitió que vinieras con nosotros a pasar el que se suponía iba a ser un fin de semana romántico en Nueva York.

- ¿Ah, sí? ¿Y Derek no tuvo nada que ver?

- Ya, como si Derek fuera a hacer algo sin que yo le diera permiso primero.

Derek, que hasta entonces había estado más interesado en la panorámica de la ciudad que se podía ver desde lo alto del Empire State, no tuvo más remedio que meterse en la conversación. A este ritmo podían pasarse todo el día allí.

Si hubiera sabido que Stiles se habría puesto tan pesado para tomar una simple fotografía, no se lo habría propuesto jamás.

- Olvidas que yo también estaba allí, teniendo esa conversación -recordó a su novio-. ¿Por qué mientes?

- Dios santo, ¿cómo es posible que esté tardando tanto en hacer una fotografía a las dos personas que más parecen estatuas el resto del tiempo? -se quejó el humano-. Jamás pensé que diría esto pero, ¿queréis callaros un ratito y sofreír? Y si es posible, que no parezca una sonrisa de asesino en serie.

Los dos Hale obedecieron en el acto, deseando acabar con aquello, y Cora aprovechó la cercanía con su hermano para susurrarle:

- ¿Cómo es posible que este tío tan raro sea tu novio?

- La verdad, cuando se pone así ni yo mismo lo sé -murmuró entre dientes, sonriendo para la cámara.

Stiles gritó triunfal cuando consiguió hacer la fotografía, estando más que satisfecho con el resultado. Aunque en su opinión eso no era muy complicado, teniendo con él a dos de las personas más atractivas del mundo.

Malditos genes Hale...

- Lo he oído -gruñó por lo bajo cuando se reunió con ellos, pinchando a Derek en el pecho-. Bonita manera de hablar del tipo que consiguió que escaparas de otra realidad.

El hombre lobo atrapó el dedo de Stiles, colocando una mano en su cintura para acercarle más a él.

- Te recuerdo que si no te hubiera salvado yo antes unas cuantas veces, poco habrías podido hacer.

- ¿Os importaría dejar los arrumacos para luego? -protestó Cora frente a ellos, fingiendo una arcada-. Ya bastante tengo cuando os comportáis como un viejo matrimonio.

Stiles no se dignó en responder, optando por sacar su móvil y poner la cámara en modo selfie, colocándose entre los dos hermanos.

- Está bien, ahora los tres -la fotografía, afortunadamente, salió a la primera, tras lo que le entregó a Cora la cámara de fotos-. Y ahora una con la feliz pareja de agentes de la ley.

The Other SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora