Stiles había vaciado la nevera.
Sabía que hoy sería el día en el que Peter le ofrecería hablar con su hermana a través de las garras y llevaba todo el día de los nervios. Sobre todo a medida que pasaban las horas y cada vez había más probabilidades de que ese fatídico momento ya hubiera tenido lugar.
Ahora sólo quedaba saber si a Derek le había parecido tan bien su maravilloso plan.
Que no hubiera parado de comer, su principal método para placar los nervios, indicaba cuál creía que había sido su reacción.
- Me va a matar –rumió mientras se metía un puñado de patatas en la boca.
A su lado, su padre dejó los ojos en blanco y contó hasta tres. Quería a su hijo con todas sus virtudes y defectos. Pero desde que su relación con Derek había dejado de ser un secreto, lo que significaba que ahora también le hablaba de aspectos más personales, había alcanzado un nivel al que no sabía si sería capaz de acostumbrarse algún día.
- No seas exagerado.
- Cómo demonios se me ocurrió algo así... -se quejó, sin dejar de comer-. No sé cómo Peter me dejó hacerlo... Bueno, él siempre ha estado loco.
Cuando Stiles terminó con la bolsa de patatas y ya estaba abriendo el armario para buscar más comida, el Sheriff tuvo que pararle. Era eso o amenazarle con apuntarle a un gimnasio porque a este ritmo iba a acabar con serios problemas de sobrepeso.
- Estoy seguro de que Derek sabe que lo hiciste con toda tu buena intención.
- ¡Estuve a punto de desenterrar a su hermana! –protestó-. ¡Otra vez!
- Si no recuerdo mal, al final no habéis tenido que hacer nada de eso.
- Eso da igual. Pensé en hacerlo... ¡Y pensé que era una buena idea! ¿No ves que eso es de enfermos?
- Eso no te lo voy a discutir –admitió, pero sólo para que le dejara seguir hablando-. Pero lo importante es que lo hiciste para ayudarle, ¿no? Porque querías que fuera feliz.
Los ánimos de su padre, sin embargo, no consiguieron relajarle. Y de estar histérico pensando que su novio le iba a matar, se preocupó por lo que podría haber pasado.
- ¿Y si no ha funcionado? ¿O Laura no reaccionó como él esperaba? Eso le hundiría para siempre... Y por mi culpa.
A Stilinski le mataba ver a su hijo así. Pero por desgracia, en esta ocasión no tenía todas las respuestas.
- Supongo que sólo queda esperar –ofreció, entregándole otra bolsa de patatas.
Cuando ya estaba a punto de abrirla sonó el timbre.
Stiles se quedó paralizado y miró a su padre con auténtico terror.
- Es él. Dios mío, es él... ¿Qué voy a decirle?
El Sheriff esperó a que respirara hondo para relajarse un poco. Pero cuando siguió en su sitio, sin ninguna intención de moverse, comprendió que tendría que hacer algo más aparte de mirar.
- ¿Por qué no vas a abrir la puerta? –sugirió-. No puedes dejarle fuera.
- ¿Por qué no?
- Porque es la primera vez que llama al timbre –replicó-. Y como no le abras va a volver a tomar por costumbre entrar por la ventana. Y me niego a eso.
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The Other Side
FanfictionStiles despierta en una estación abandonada sin saber cómo ha llegado allí ni dónde está exactamente. Pero esos no serán los únicos interrogantes con los que se encuentre... hasta que de pronto aparece un peculiar aliado que resulta ser otro misteri...