Capítulo 13

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Tan pronto como Derek desapareció en medio de una nube de humo verde Stiles cayó de rodillas al suelo, en una mezcla de alivio, odio y pánico. El miedo y las ganas de gritar porque se hubiera marchado pese a que le suplicó que no le dejara, chocaban con el alivio de pensar que todo había salido bien: a diferencia de lo que había pasado con su cazadora, el cuerpo del hombre lobo no se había convertido en una bola de fuego. Tan sólo había desaparecido.

Aunque eso no tenía por qué significar que Derek no estuviera ahora mismo al otro lado, sufriendo un dolor agonizante y tal vez muriéndose.

Stiles no quiso pensar en esa posibilidad.

Lo que tenía que hacer era moverse de una vez por todas y buscar una salida. Y sobre todo no perder la esperanza de que volvería a verle. Era la persona más fuerte que conocía y no sólo porque fuera un hombre lobo. Después de todo lo que había tenido que soportar, se negaba a creer que un grupo de cowboys fueran los que derrotarían a Derek Hale.

Se puso en pie y, necesitando un último empujón para seguir adelante, sacó de la cartera la fotografía en la que aparecían los dos. Se sabía de memoria todos los detalles y había experimentado ese mismo sentimiento que era evidente en la instantánea. Y aun así le seguía sorprendiendo que hubiera ocurrido de verdad: que Derek le hubiera besado y que le hubiera dicho que le quería...

Justo entonces se dio cuenta de un terrible detalle: él no había tenido ocasión de decírselo.

Stiles acarició la sonrisa de Derek con el pulgar.

- Y unos cojones voy a dejar que te alejen de mí cuando todavía no te he dicho que te quiero.

Animado por la promesa que se hizo a él mismo, se puso en marcha.

Lo primero era recuperar la única arma que tenía a su disposición, así que corrió hasta la taquilla donde había pasado las últimas horas junto a Derek para recuperar su bate.

Una vez lo tuvo en su mano se sintió más seguro y volvió a la sala de espera sólo para darse cuenta de que había más movimiento de lo normal. Y es que en lugar de esperar en sus respectivos asientos, como habían estado haciendo desde que apareció en la estación, todo el mundo se había puesto en pie.

Pensando que los Jinetes habían vuelto buscó a los hombres de negro para asegurarse de estar lo más apartado posible de ellos. Pero cuando no les vio por ningún lado, intuyó que estaba pasando algo más.

Se centró en los pasajeros y descubrió que no es que simplemente estuvieran de pie, sino que se estaban esforzando por llegar a un lugar que hasta ahora no había estado allí: el andén de la estación.

¿Cómo es que no lo había visto hasta ahora?

Pese al tiempo que había estado allí, aquella maldita estación le seguía poniendo los pelos de punta, pues era imposible predecir lo próximo que iba a pasar. Y encontrarse con un gigantesco andén donde hasta hacía nada sólo había habido una pared era un ejemplo más.

Entonces Stiles pensó en otra posibilidad: ¿Y si en realidad había estado allí todo el tiempo pero habían preferido no verlo? Fue lo mismo que les pasó cuando tardaron en localizar la taquilla, la sala de comunicaciones o el túnel, pero que una vez supieron que existían podían llegar a esos lugares sin problema.

Y era lo mismo que le había dicho Derek cuando le sacó a rastras de la taquilla. Entonces no había entendido por qué estaba siendo tan cruel y prefería volver en lugar de quedarse allí, donde sólo estarían los dos para siempre... Pero ahora que se había marchado, después de recordarle que al otro lado estaba su familia y sus amigos, no entendía cómo podía haber pensado siquiera en quedarse allí sabiendo que fuera estaba su padre.

The Other SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora