Sensō Himei.

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-E-esto es...algo nunca antes visto... el estadio está, está siendo convertido en ruinas...
Kagura y yo habíamos estado peleando por varios minutos, chocando espadas y cortándonos el uno al otro.
Mi remera había sido reducida a pequeños trozos de tela que colgaban dejando al descubierto mi torso, pero no me importaba, ambos estábamos concentrados en el siguiente movimiento del otro, ignorando al comentarista y los gritos del público por la destrucción del estadio.
Nos habíamos separado para recobrar el aire, ambos con la respiración entrecortada y sangre deslizándose a lo largo de nuestra piel hacia el piso.
Una vez más, sonreí, sonreí de emoción, adrenalina y ansias de seguir luchando contra ella. Su respuesta, la misma, una sonrisa expectante por qué movimiento haría después.

-Ambos están... sonriendo, en medio de la pelea... no hay palabras para describir esta pelea...
-Se está terminando... el tiempo...- Dijo y al finalizar tomó una gran cantidad de aire reteniéndolo unos segundos y luego dejándolo salir.
-Sí...
-Terminémoslo con el siguiente ataque.- Decidió, sabiendo que yo estaría de acuerdo.
-Está bien...
-Fugutaiten...- (Archienemigo) Comenzó a decir.
-Ryūtō-ryū...
Arremetimos contra el otro sin desviar nuestras miradas, el primero que cayera sería el ganador.
-¡Tamashi no Kata!- (Forma del Alma).
-¡Shi-ryū!- (Flujo Muerto)
Chocamos ambas técnicas y atravesamos nuestros cuerpos, quedando de espaldas el uno al otro.
La punta de mi espada apuntando al piso sostenida con ambas manos.
El sonido de metal rompiéndose junto al caer del cuerpo de Kagura definió la pelea.
Volteé y observé su espada convertida en añicos y el gran corte diagonal por todo su torso.
Sentí una gran cantidad de líquido bajando por mis piernas y observé mi abdomen, un gran corte provocado por Kagura comenzaba a dejar salir sangre.
Caí con una rodilla apoyada al piso y la otra flexionada descansando el brazo sobre esta. Tomé aire y agarré mi espada con fuerza. Me levanté, alzando mi espada por sobre mi cabeza apuntando hacia arriba mientras la lluvia lavaba la sangre por mi cuerpo.

En algún momento del siguiente minuto perdí la conciencia cayendo de espaldas al piso, el resto solo fue oscuridad.

Cuando desperté sentí olor a menta, abrí lentamente los ojos mientras se ajustaban a la luz blanca, sentí una molestia en la nariz y levanté la mano hacia ella, notando un oxímetro de pulso en mi dedo índice, toqué mi nariz y sentí un pequeño tubo introducido en ambas de mis fosas nasales, lo retiré con algo de cuidado y entonces noté a Juvia durmiendo sobre la cama, a su lado varios aparatos médicos de control y una pequeña bolsa de suero que era enviado dentro de mi organismo gradualmente vía intravenosa.
Levanté la sábana que me cubría y vi que estaba cubierto por varios vendajes, algunos manchados de un reciente sangrado y otros aún limpios.
Me senté y sentí la sutura tirar un poco, moví el cuello de un lado a otro y este sonó como si hubiese estado rogando por movimiento.
-Naruto... sama...- Susurró Juvia entre sueños.
Miré hacia el otro lado, y allí estaba Kagura, con un respirador artificial y varios aparatos médicos monitoreándola.
Hice un movimiento brusco y sentí a Juvia despertar.

-Mm...- Dijo forzándose para ver bien.- ¡Naruto-sama!- Exclamó.- Juvia estaba preocupada.- Dijo lanzándose sobre mí para abrazarme.
-¿Hace cuanto estás aquí?- Pregunté colocando una mano por su cintura.
-Desde que permitieron las visitas Juvia no se ha movido de aquí.- Se apartó y volvió a sentarse en su silla.
-Lamento haberte preocupado.
-Eso no importa, ¿se encuentra bien? ¿Quiere agua, comida... o tal vez a J-
-¿Qué sucedió con el torneo?- La interrumpí.
-Esto... um... el torneo, debido a las circunstancias, y que ambos Kagura-san y Naruto-sama no despertaban, Erza-san fue nombrada ganadora luego de derrotar a Natsu-kun... ¡pero aún no han hecho la ceremonia de finalización, Juvia junto a todos decidieron esperar a que despertaran!
-Bueno, ya suponía que habría sucedido eso... entonces, ¿aún no han enviado a nadie a ninguna brigada?
-No, pero los cuatro capitanes vinieron a verlos ayer.
-¿Ayer?
-Sí.
-¿Cuántos días pasaron?
-Contando el día de hoy, cinco días desde que Juvia duerme en la misma cama que usted.- Dijo tacando sus mejillas sonrojada.
-Cinco días es más que suficiente para recuperarme.- Dije comenzando a levantarme.

El Último Semidiós: Wrath of Scars. (NarutoxFairyTail)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora