Danza de Espadas.

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La puerta de la habitación se abrió, y por ella entró Mirajane a toda prisa.
-Oh, ya estás aquí. Olvidé mi celular.- Dijo con una expresión distraída.- Mis hermanos me pidieron una foto ya que no pudieron venir.
-Entiendo.
-Bueno.- Dijo una vez tuvo su celular.- Ya me voy, quiero ver el resto de combates antes del mío. Deséame suerte.- Dijo guiñándome un ojo.
-No creo que la necesites.- Le dije sabiendo que ella era fuerte luego de presenciar su combate contra Sherria el día anterior.- Pero suerte.
Dejó salir una pequeña risa y salió por la puerta saludando con su mano.
Estaba exhausto, no física pero sí mentalmente, el torneo, la insistencia de Meredy y el resto, haber recordado a Sai y Flare, y ahora el mensaje de Hades.
Me dejé caer en la cama sin pensar que no había comido nada en casi un día entero y caí en el sueño.

Desperté y miré el reloj, eran las once de la noche pasadas, Mirajane ya se encontraba durmiendo y noté que me había colocado una manta mientras dormía.
Me aproximé a la ventana, estaba lloviendo, a lo lejos se veían rastros de una tormenta eléctrica en dirección hacia la ciudad.
No tenía nada para hacer, por lo que me senté en el piso colocándome en posición de loto para meditar, según Ares era bastante útil para conseguir un mejor control del cuerpo y estar calmado en medio de una batalla, palabras que nunca esperarías del Dios de la Guerra.
Pasaron las horas y el único sonido audible eran las gotas de lluvia cayendo en la calle y la respiración de Mirajane y mía.
Luego de varias horas una alarma sonó con una canción bastante movida, abrí un ojo y miré en dirección a Mirajane, que tanteaba con su mano intentando encontrar su celular sin éxito alguno, se estiró y volteó torpemente cayendo de espaldas al piso.
Gruñó levantándose y encontrando su celular para así apagar la alarma.

-Buenos días.- Dijo con voz sumamente dormida.
-Buenas.- Respondí.
-¿Madrugaste?
-Me acosté justo pasado el mediodía y desperté antes de la medianoche, no creo que eso sea madrugar.
-¿Y... qué estás haciendo ahí?
-Meditando.
-Oh... así que haces ese tipo de cosas, ¿eh?
-¿Ese tipo de cosas?
-Ya sabes, ermitaño, alma vieja y esas cosas.
-¿Estás diciendo que tengo alma de viejo?
-Bueno... lo estoy insinuando, no lo dije explícitamente.
-Buen punto.
-¿Bajas a desayunar?- Iba a declinar e ir luego por mi cuenta, pero me dije a mí mismo que debería intentar ser más amigable con las personas, no es algo a lo que estaba acostumbrado, pero con intentarlo no perdía nada.
-Sí.- Respondí.

-Estás... algo diferente.- Dijo Mirajane mientras bajábamos. La miré, interrogante.- Como decirlo... ¿más sociable?
-Quién sabe.
-Si tú lo dices.- Dijo adelantándose unos pasos hacia el comedor.
Un par de horas más tarde nos dirigimos al estadio, Mirajane y me acompaño mientras esperaba que me llamasen ya que mi combate era el primero, como lo había sido desde el principio de estos, pero Iruka apareció a toda prisa con una bolsa en su mano, me la entregó diciéndome que había hecho una nueva versión de mi traje con un nuevo estilo que se le ocurrió, por lo que le agradecí y me encaminé hacia los vestidores.
Quité la ropa de la bolsa, y estaba la misma remera sin mangas justa con tapaboca junto a una nueva chaqueta. Era negra con cierre y de doble botonadura, aunque los botones eran de adorno, tenía varias líneas doradas irregulares en los bordes de la costura, era un poco más larga que la anterior, llegaba casi a mis tobillos y tenía una división en el medio de la parte trasera.
Me la coloqué y prendí, tenía cuello un poco alto y capucha como la anterior.

Salí del vestidor y Mirajane me esperaba allí, tecleando en la pantalla de su celular mientras sonreía.
-Ey.- Dije.
-Oh, ¿ya estás listo?- Asentí.- Ven aquí.- Me dijo despegando su espalda de la pared y me acerqué. Se paró levemente en puntillas y arregló el cuello de mi chaqueta.- Ahora sí lo estás.
-No era necesario, de igual manera se va a desarreglar.- Ella hizo cara de ofendida.- Pero gracias.- Sonrió.
-¡Ahora comenzaremos con el primer combate, Naruto Sarutobi y Sorano Agria, por favor ingresen a la arena!
-Meredy perdió...- Susurré.
-Sí... Sorano, es bastante fuerte.
-Si no lo fuese no sería interesante.- Dije.- Bueno, nos vemos luego.
-Estaré observándote.
Caminé a paso lento con las manos en los bolsillos del pantalón y crucé con Juvia, supuse que Mirajane le había dicho dónde estaba para encontrarse. Tenía algunos vendajes visibles y raspones ya desapareciendo, aunque la piel seguía algo enrojecida. Me detuve y ella pasó por mi lado, noté su mirada por sobre su hombro.

El Último Semidiós: Wrath of Scars. (NarutoxFairyTail)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora