Escarcha.

1.3K 109 7
                                    

Luego de dos largos días de viaje, llegamos a nuestro destino, Iceberg. Incluso dentro del tren se sentía la diferencia de temperatura, debía haber una temperatura bajo cero fuera.
-Oigan.- Llamó Ur a un lado de nosotros.- Levántense, el tren no entra al país, hasta aquí nos llevará, el resto es a pie. Pónganse esto.- Dijo lanzando seis abrigos de invierno iguales de color azul oscuro.
-¿Tendremos que caminar con este frío?- Preguntó Sherry solo pudiendo imaginarse la temperatura en el exterior.
-Si no pueden con esto mejor váyanse a casa. Considérenlo un gesto de cortesía.- Dijo indiferente.
Antes de que alguien volviese a hablar, me paré y coloqué en abrigo dirigiéndome a la puerta de salida del vagón.
-¿Hacia qué dirección?- Le pregunté. Ella sonrió.
-Sigue las montañas.
-Entendido.- Bajé del tren colgando mi bolso en el hombro y el frío me consumió.
Podía soportar el frío, sí, pero esto era un nivel completamente diferente.

-Deben ser al menos unos ochenta grados bajos cero. Estamos de suerte hoy.
-¿A esto le llamas suerte?- Tartamudeé en la última palabra por el frío y subí el cierre de la campera hasta arriba y escondí mis manos en los bolsillos.
Comencé a caminar y mis pies se hundieron en la nieve, haciéndome tambalear.
-Cuidado donde pisas.- Dijo ella. La miré de reojo por su tardía en decirlo.
-Gracias por el aviso.- Respondí sarcástico. Ella rió y me golpeó en la espalda, volví a perder el equilibrio por la altura de la nieve y caí sobre la nieve. Podía escuchar su risa.
Cuando me levanté, el resto ya estaba fiera detrás de Ur.
-Oh... parece que sí tienen agallas.- Dijo ella.- Entonces, hagámoslo más interesante. El primero en llegar a la ciudad, puede tomarse un baño de agua caliente el por tiempo que quiera, el resto solo tendrá diez minutos. Y no se preocupen, si siguen recto desde aquí verán unas murallas, es allí.

Lo admito, no era competitivo, pero sí, quería ese baño de agua caliente, así que cuando vi que todos ya habían emprendido camino a toda velocidad, la cual era gravemente reducida por la nieve haciéndoles ver bastante torpes, saqué los brazales con lanzador del bolso y me los coloqué.
Lancé cuerdas al piso y agradecí que tuvieran la suficiente fuerza como para encuestarse en el piso, me impulsé y deslicé por la nieve adelantándolos.
-¡Ah, eso es trampa!- Escuché decir a Ino.
Lyon me alcanzó montado de un oso creado de hielo, y dirigió su mirada hacia mí con desdén.
Unos metros más adelante, la densidad de la nieve bajó, y era posible correr sin problemas, dejé mis brazos hacia atrás e incliné mi torso paralelo al piso, comenzando a avanzar a gran velocidad.

Llevábamos varios minutos ya avanzando por el terreno nevado, grandes montañas de hielo eran visibles, indicando la cercanía a la ciudad.
Un gritó hizo que me detuviera en seco, volteé y esperé mirando en la dirección se suponía debían venir el resto.
-¡Oye, Lyon, espe- Cuando volteé, él apenas era visible, no me escucharía.
Sin pensarlo volví hacia atrás, no había notado la ventisca mientras corría, y ahora la tenía en contra dificultando mi avance.
La ventisca se hacía más densa a cada paso que avanzaba, y cuando quise acordar choqué contra alguien, tomé al individuo de su brazo y noté que era Ino.
-¿Estás bien?- Le pregunté, notando su agitación y algunos raspones en su rostro.
-¡¿Naruto?!- Dijo exaltada.- Hay algo, son demasiados, me separe de Shikamaru y Sherry, pero Gray no estaba con nosotros.
Su campera estaba rota en algunas partes, y me percaté del temblor de su cuerpo del cual ella no era consciente debido a la adrenalina. Le quité su campera y desabroché la mía, poniéndola sobre sus hombros.
-¿Qué haces? ¡Te congelaras!
-Está bien, póntela bien, y no te separes de mí.

Ella se aferró a mi remera caminando detrás de mí mientras avanzaba con cautela.
-¡Abajo!- Le grité cuando sentí un ataque dirigirse a nosotros. Una gran mano pasó por sobre nuestras cabezas y me puse a la defensiva, sacando la espada del bolso y cubriendo a Ino detrás de mí.
-¿Q-qué es eso...?
-Probablemente un Yeti, más de uno.
-¿Cómo lo sabes?
-Puedo sentirlos.
-¿Huh?
-Hay que salir de aquí.
-Pero... si nosotros no podemos verlos, ellos tampoco a nosotros, ¿verdad?
-No... este es su territorio, ellos generan las ventiscas, dentro de ellas pueden ver igual de bien que un murciélago en la noche.
Podría salir de un salto con la suficiente fuerza, pero corría el riesgo de quebrantar el hielo, y si los otros estaban cerca podrían caer, observé a Ino detrás de mí, estaba inquieta, moviendo su rostro de un lado a otro.

El Último Semidiós: Wrath of Scars. (NarutoxFairyTail)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora