Miedos

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Pasaron los días y Naruto no podía estar más contento. Pasaban las tardes jugando en la playa y comiendo al azar de diferentes tiendas, o algo casero y fácil.

Una de esas tardes el sol estaba tan esplendido que Naruto no pudo resistir ir más profundo en el agua.

-¡Vamos! Hasta donde dejemos de vernos los pies- le gritó Naruto a Sasuke que se encontraba en la orilla, dándose cuenta que el agua era tan clara que no importaba si le llegaba hasta el cuello, aún podría verse a través de ella

-Ten cuidado- le dijo desde ahí.

-Ven conmigo- le pidió.

-Estoy bien aquí- le dijo sin dar un paso.

-Iré por ti entonces- Naruto nadó hasta la orilla y salió para abrazarlo por la cintura y empujarlo hasta más adentro.

-¡Espera!- pidió Sasuke siendo arrastrado –De verdad no quiero entrar-

-Sí que eres acomplejado- le dijo –Primero te molesta la arena, y ahora el agua-

-¡No es el agua!- le gritó haciendo que el rubio dejara de empujarlo, entonces se puso delante de él, viéndole la cara.

-Entonces ¿Qué es?-

Sasuke se quedó callado y se mordió los labios, mirando hacia abajo, observando la arena que se movía debajo del agua alrededor de sus pies.

-Es lo que hay debajo de ella-

-Ah...ya veo- dijo Naruto pensando en esa fobia de la infancia de ser arrastrado hasta lo profundo por una corriente, o ser devorado por algún monstro marino – ¿De verdad te da miedo?-

Sasuke asintió sintiéndose algo avergonzado, entonces Naruto le dio la espalda.

-Yo te llevo- le dijo ofreciéndose a cargarlo.

-No soy un niño-

-Lo dice alguien que aún le tiene miedo al Kraken-

Sasuke le haló el cabello por eso, y terminó subiéndose a él sosteniéndose de sus hombros. Naruto sonrió.

-Eres tan extraño- le dijo Naruto caminando hasta lo profundo sin dejar de sostenerlo –Vives donde están las mejores playas del mundo, pero no te gusta estar en ellas-

Sasukerecostó su cabeza en uno de sus hombros, deslizando sus manos por debajo de sus brazos hasta su pecho.

-Lo dices porque tu personalidad es diferente- le dijo en un suspiro –Tu no le tienes miedo a nada-

-Claro que tengo miedo- le dijo como si fuese un insulto.

-De que pierdas el pasaporte- le respondió en un susurro, provocando una carcajada en el rubio.

-Es mucho más serio- le dijo.

-¿Qué es?-

Naruto se quedó callado por un momento, pensando en si le revelaría que su mayor temor era no volverlo a ver nunca más.

-No volver a comer ramen- le dijo, haciéndolo reír. Si le decía eso, podría arruinarle el día recordando que tendría que irse en cualquier momento. Él mismo le había pedido que vivieran esas vacaciones como si nada hubiese pasado, como si no estuviera enfermo, pero incluso eso no podía salirle de la cabeza, sufrirían mucho cuando ese momento llegara.

Las noches eran más calmadas, y el rubio pudo disfrutar de nuevo uno de esos atardeceres que le encantan, prendiendo una fogata para quedarse abrazado a su amor hasta la madrugara, hablando de cosas triviales sin importar cada palabra.

GRECIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora