Grecia, paraíso de los perdidos y encontrados, lugar donde lo bueno y lo malo se fusionan convirtiendo a la gente en verdaderos amantes de la vida. Donde hasta las almohadas revelan los secretos y consiguen que la vergüenza se torne en felicidad. Un cielo que convierte a las mariposas en insignificantes y un sol que se compara con el corazón, matando de belleza a cualquiera.Un día era un tesoro, y los rayos del sol pintaban de fluorescente todo lo que tocaban, aumentando el dolor en las pupilas de los caídos en amor por aquella tierra. Respirar un día en Grecia era absorber colores y exhalar veranos inolvidables.
Y cumpliendo con esas características, una pequeña persona suspiraba sentada en una montaña de una pequeña villa. Sintiendo como el calor hacía que le picara la nariz, a su lado, un pequeño bol de uvas verdes se estaba derritiendo.
-Ah...- exclamó cansado, estirando los brazos y las piernas. Su mirada se concentró en una pequeña nube que surcaba el cielo encima de los barcos del muelle, mientras que su mano nívea tomaba una de las uvas. Estaba fría, las había congelado para refrescarse en el inmerso calor. La masticó sintiendo como algunas semillas le lastimaron las muelas, seguido de un sabor algo ácido.
Aun así, se lamió los dedos. Le gustaba, para él que estuviera dulce hubiese sido una decepción.
-Sasuke...- le llamó su prima Oliasis desde abajo, viéndolo de espaldas tomar otra uva. Su enorme panza de embarazada le impedía ir a subir por él –Mamá dice que vayas al centro a comprar algunas verduras-
-Imposible- dijo sin moverse –No iré, hace demasiado calor-
-Tienes que ir, el almuerzo no alcanza- Sasuke se volteó tomando otra uva, preguntándole porqué –Mila llegó-
Ambos sonrieron y Sasuke dio un suspiro antes de levantarse y tomo el bol en la mano.Bajó con cuidado y se fue detrás de Oliasis hasta la casa.
Mila estaba sentada en la sala, tomándose una taza de café acompañada de los tíos y de un muchacho alto de cabello castaño. Al verlo, ella se levantó y le dio un abrazo.
-Hola- le dijo el chico sonriendo.
-A que no adivinas- le dijo Mila sentándose de nuevo, abrazada al chico –Connorcompró un apartamento en Toronto-
Aquel niño, era la nueva pareja de su prima. Era apenas un muchacho y se notaba quien era el más joven de esa relación. Era muy guapo, de origen Canadiense, exitoso, demasiado partido incluso para ella. De un momento a otro él empezó a hablar de la nueva vida que iban a adquirir, especialmente el porqué de tan lejos, aunque no era necesario hablar demasiado, él ya los tenía en la palma de su mano con su forma técnica y esplendida de convencer.
-Además, Mila y yo estamos completamente enamorados- hubo un silencio incomodo en donde cada persona repasaba en su cabeza lo que más le convenía, de nuevo, el tío negaba decepcionado por no casarse primero antes de ir a vivir juntos. La tía suspiraba pensando que ya no tendría a otra de sus hijas cerca, y mientras tanto, Sasuke trataba de la vista no se le arruinara con el esplendor de la personalidad de Connor.
-Igual van a terminar casados- susurró el azabache, haciendo que sus tíos se calmaran un poco.
-Oi las verduras- dijo la tía apresurándolo.
-Vale vale-
Cuando salió se levantó el cabello en una coleta, hacía mucho que no se lo cortaba, y estaba empezando a fastidiarle. En la puerta apenas estaban llegando Fabio y Marie, sosteniendo de las manos a un gracioso bebé que estaba aprendiendo a caminar. Cuando el niño lo vio, subió las manos ansioso de que lo cargara.
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GRECIA
FanfictionNaruto es un chico libre, ha viajado toda su vida solo con una maleta a países que elegía al azar. Luego de enterarse de una condición médica secreta decide ir a su último destino, donde cambia sin pensar la vida de muchas personas allí y consigue s...