Fin

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A la mañana siguiente, cuando despertó, Naruto estaba sentado en el borde de la cama, colocándose los zapatos. Se había dado una ducha, y aun no se había puesto la camisa, y las gotas de agua que caían de su cabello surcando su espalda, dejando un río superficial.

Sasuke tomó la toalla que había dejado a su lado para pasársela por la cabeza, sorprendiéndolo un poco.

-Buenos días- le dijo dándose la vuelta y besándole los labios. Sasuke sonrió y siguió frotándole el cabello para secárselo.

-¿Ya tienes todo?- le preguntó cuándo levantó la maleta para cerrarla, viéndolo asentir.

-Todo menos a ti- le dijo -¿Podrías meterte en la maleta?-

Sasuke sonrió y dejó la toalla a un lado, abrazándole para dejarle un beso en la mejilla.

-No seas tonto- le susurró.

Naruto estaba a punto de derribarlo contra la cama, pero él se había levantado antes para tomarse una ducha y acompañarlo.

-Date prisa- le dijo cuando salió por la puerta.

Terminó de vestirse y siguió sus pasos hasta salir de la habitación, dejando la maleta preparada. Caminó hasta la cocina para buscar un vaso de agua, encontrándose con la mayoría de la familia desayunando.

-Buenos días- saludó, todos le sonrieron. Pensaba que era más temprano, así podía irse sin tener que dar muchas explicaciones. Como siempre, la tía le invitó a sentarse para comer algo.

Cuando estaban a punto de terminar de comer, Sasuke apareció por la puerta, tomó una manzana y le dio un par de mordiscos.

-Vamos a ir al aeropuerto ahora- le avisó a la tía sentándose a su lado para servirse un vaso de jugo.

-¿Qué? ¿Para qué?- preguntó sin alejar la mirada de su comida.

-¿Olvidas que Naruto solo vino de vacaciones?- la tía levantó la mirada, dándose cuenta de que así era.

-¿Te vas ahora?- le preguntó Fabio entrando por la puerta.

-Pues...- empezó a decir Naruto.

-¿Y por qué?-

-Por trabajo, clases, lo que sea- explicó Sasuke balbuceando para que dejaran de preguntar.

-Recordé que dejé una estufa encendida- dijo Naruto en silencio.

Los demás se quedaron callados viéndolo, y en unos segundos se rieron.

-¿Enserio?- le preguntó Fabio sentándose a su lado.

-Pues, hay algo que tengo que resolver en Japón, pero volveré- explicó terminando de comer.

-Más te vale- dijo Mila, quien se había mantenido callada durante toda la conversación –No me aguantaré al llorón de Sasuke-

Sasuke le dio un golpe a la mesa asustando a todos ahí, mirando a su prima con los ojos llameantes.Mila se rió y luego la tía se levantó para darle un abrazo de oso al rubio, estrangulándolo por el camino.

-Te vamos a extrañar, pequeño- le dijo estrujándole las mejillas.

-Gracias, y yo a ustedes- dijo como pudo, soportando el dolor en su cara.

-Desearía que te quedaras más tiempo, así comerías como es- le dijo palpándole las costillas.

-Gracias, Gracias- dijo intentando no llorar de dolor.

Sasuke puso los ojos en blanco y se levantó para ir a buscar la maleta.

-Oye, enserio, vuelve pronto- le dijo Mila dándole una palmadita en la mejilla –Ciertas personas ya te tienen mucho cariño-

GRECIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora