Una buena noticia

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El beso terminó dejándolos sedientos y algo distraídos de la realidad. Naruto entrelazó sus dedos con los de Sasuke y le besó el mentón, bajando hasta su cuello sosteniendo la respiración.

-Naruto- le llamó Sasuke tratando de que aquellos labios no hicieran contacto con su piel, sabía que perdería ante la suave electricidad que le producía. El rubio se mordió los labios y lo sostuvo de cuello, obligando el permiso de besarle.

Deslizó sus labios soplando al mismo tiempo, tratando de decidir si mandar todo al diablo y hacerle el amor, o rendirse ante la razón y detenerse para que la prima no los descubriera.

Se separó de él suspirando algo frustrado, y se levantó de la cama rascándose la nuca.

-Esperaremos a que Mila esté dormida- le avisó dándose la vuelta para guiñarle un ojo. Sasuke estaba a punto de reclamarle, pero ya había salido por la puerta.

Se quedó sentado escuchando sus pasos. Luego dobló las rodillas de nuevo para abrazarse a sus piernas. Pensó en todo aquello que le estaba atravesando el corazón, la enfermedad de Naruto y su despedida inevitable, no quería que pasara.

-¡Fabio va a ser padre!- gritó Mila emocionada, abriendo la puerta de golpe, asustándolo un poco.

-¿Qué?- le preguntó sin creerlo.

-¡Voy a ser tía!- exclamó abrazándolo.

-¿Desde cuándo...? ¿Es en serio?-

-Sí, no recordaba que él tuviese una novia, pero la dejó embarazada hace un tiempo ¡Hasta tiene la panza ya!-

-¿Mi tía te lo dijo?- le preguntó sonriendo emocionado.

-Sí, está tan contenta ¡Al fin su primer nieto!-

Sasuke sonrió pensando en que debió ser un gran reto para su primo tener que haberle dicho aquello a su familia, siendo tan conservadores y estrictos, sería difícil para ellos asimilarlo sin que él hubiese contraído nupcias primero.

-Pero papá no está tan contento, seguro se le pasará cuando vea el primero de la segunda generación recién nacido-

-Sí, además no se enojará para siempre, el niño alegrará un poco la casa- dijo

Naruto escuchaba todo de lo que ya estaba enterado desde la puerta, aliviado de ver sonreír a Sasuke de nuevo.

-Sasuke, tienes los ojos algo rojos, ¿estabas llorando?- le preguntó Mila dándose cuenta. A los amantes se les borró la sonrisa del rostro por un momento.

-No, fue solo la arena- le dijo sonriendo un poco, simulando haber sido torpe.

-Ah, qué raro- exclamó sin creerle, mirando a Naruto recostado de la puerta.

-Hay mucho viento afuera- le dijo el azabache.

Mila lo abrazó de repente.

-Si este tonto te hizo llorar, avísame que lo saco a patadas- Sasuke se rio mientras que Mila le susurraba aquello, Naruto la miraba a punto de matarla.

-Te avisaré, pero por el momento estoy bien- le respondió dándole unas palmaditas en la espalda.

-Oh, bueno, ¿Quieres comer algo?- le preguntó. Sasuke asintió, una cena no estaría mal, además sentía el estómago algo revuelto.

Trascurrió la cena mientras todos hablaban del nuevo familiar que llegaría a sus vidas, incluyendo nombres y los colores del dormitorio que usaría. Parecía que Mila estaba más emocionada que los padres, aunque no se le podía quitar, un bebé era lo más bonito que se podía ver.

Al terminar, Mila utilizó el teléfono para seguir llamando a todos los familiares y amigos que debían enterarse, acompañada de Sasuke, quien insistía en que terminara su trabajo antes de pegar la oreja al aricular.

Naruto aprovechó aquel tiempo para darse una ducha. Pidió permiso de usar el baño y se encerró. Se desvistió y se metió bajo el agua, para ahogar todo el cansancio que llevaba encima.

Repasó y revisó todo lo que acongojaba a su mente y a su corazón, firmando un acuerdo mental para no recordar nada hasta el día en que tuviera que irse, para vivir todo lo más normal posible y crear un hermoso recuerdo.

Se lavó el cabello peinándose con el champú, y con la espuma del jabón enjuagó su cuerpo, dándose cuenta que su cadera y sus muñecas dolían un poco. No olvidaba tomar las pastillas, pero ese síntoma era nuevo. Decidió dejarlo atrás como había acordado.

Salió del baño y a través del pasillo se escuchaba las conversaciones que mantenía Mila en el alta voz. Suspiró y entró a su cuarto, vistiendo con una camisa y un bermuda cómodo. Se acostó en la cama con una tolla sobre su cabeza para secar su cabello. Su respiración se fue pausando hasta que sus ojos se resecaron y los cerró quedándose dormido.

Cuando se despertó, estornudó un par de veces, lanzando la toalla húmeda hasta el otro lado de la cama. Carraspeó un poco notando su garganta seca, entonces se levantó y salió hasta la cocina.

Todas las luces estaban apagadas y parecía que aquellos dos habían decidido irse a dormir. Se sirvió un poco de agua y se la tomó despacio, sintiéndola deslizarse dentro de su pecho. Dejó el vaso sobre la mesa y sonrió.

Caminó hasta el cuarto que Sasuke y abrió la puerta despacio, cuidando no despertarle. Dentro estaba muy oscuro, así que caminó sin ver confiando en su instinto. Al toparse con la cama, se sentó en ella, deslizando una mano hasta el centro para encontrarle, pero no había nada. Se estiró un poco pero él no se encontraba acostado allí. Se levantó y encendió la luz, en el cuarto sólo estaba él.

Suspiró decepcionado y salió de allí, caminó hasta el baño, pero no se escuchaba que alguien lo estuviera usando. Entonces había dos opciones, Sasuke se había quedado a dormir en el cuarto de Mila, o había salido. Rezó para que estuviera afuera y no tuviera que armar una escena dentro de aquel cuarto para arrancárselo y gritarle que Sasuke era solo suyo.

Caminó hasta la puerta y salió de la casa descalzo, le gustaba como la arena fría se metía entre sus dedos y le acariciaba haciéndole relajar.

La luna estaba expuesta sobre un montón de nubes negras que distorsionaban su luz, pero estaba tan clara que parecía un ojo sin pupila, otras de las maravillas del cielo que llevaría en su memoria.

Caminó hasta la orilla y vio hacia los lados, Una silueta negra a lo lejos estaba sentada con las piernas extendidas, levantando un poco las rodillas cuando las olas tentaban a sus pies.

Caminó hacia ella viendo a un pensativo Sasuke con las manos metidas debajo de la arena.

Se le acercó sin avisar y le abrazó por la espalda asiendo que se exaltara un poco.

-Pensé que no te gustaba la arena...- le susurró tomándole de las manos, sintiendo como le raspabanlos pequeños cristales.

-Y no me gusta, pero no voy a estar refunfuñando porque toda la playa esté cubierta de ella- le dijo soltándose para golpeándolo un poco por haberle asustado.

-¿No puedes dormir?- le dijo para saber el motivo de porqué estaba sentado allí solo en medio de la noche.

-No...- le respondió recostándose de su pecho –Hay mucho en qué pensar-

Naruto le besó el cabello y apretó sus manos de nuevo.

-Pensé que...tal vez podríamos terminar de asimilar todo esto- le dijo Naruto.

-Sí- respondió viendo como el agua se movía jugando con el reflejo de la luna –No digo que hay que olvidar que estás enfermo, pero es el principal motivo de que estés aquí-

Naruto lo abrazó y le dejó un pequeño beso en la nuca.

-Y no quiero arruinar tus vacaciones- siguió riendo.

-Para nada lo haces- le dijo besando de nuevo su cuello –Gracias por entender-

🌺Rinkae

GRECIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora