The Fourth One - Naruhi16

IX. Preludio

Ya, ha pasado tiempo, lo sé... pero prometo compensarlos por la espera. Pero antes, recordemos en qué quedó el capítulo pasado para continuar este...

Aaahh sii... Aaron el mago callejero les pidió a nuestro brujito y hombre lobo favoritos que lo siguieran en dirección al puerto, específicamente a una casita construida sobre palafitos a las orillas del mar.

- Les encantará, se los aseguro...- les insistía el de estrellas en el rostro, y al llegar afuera de aquella casa, por el lado de tierra, tomó aire y gritó - ¡¡Ephiii~!!

Los chicos se quedaron mirándolo extrañado, hasta que vieron una figura femenina abrir la puerta.

- ¡¡Aaron~!!- gritó la chica de expansiones en sus orejas, saltando eufórica a los brazos de su novio.

- ¡Hola, preciosa!- la saludó el hombre rapado, girando sobre su propio eje al recibir a su amada.

- Te extrañé, ¿a que vienes acá tan temprano? Espero que no a pedir dinero- le interrogó y reprochó rápidamente la mujer de ajustada ropa, aún en brazos del tipo con capa.

- No, no, no... te traigo una fortuna...- le susurró al oído, sonriendo con ojos de 💰- *ejem*- carraspeó tratando mantener la compostura, bajando al piso de madera a la muchaha y volteándose a los turistas que traía tras de sí- Chicos, les presento a Ephixia, hada forestal de los rincones más preciosos de Magie, dueña también de un barco, y mi hermosa novia- la presentó como si de una princesa de la alta realeza se tratase, tanto, que los chicos casi sintieron la necesidad de arrodillarse ante ella.

- No es la gran cosa... Hola, un gusto- los saludó Ephixia, arreglando su pelo color arcoíris, detrás de su oreja con una mano y extendiendo la otra para saludar al brujito frente suyo.

- Igualmente- contestó amigable Dyan, estrechando su mano. Blake sólo hizo un movimiento de cabeza como saludo.

- Estos muchachos necesitan ir a Magie, cuánto antes- le explicó con melodrama Aaron a su novia.

- Oye, tuve que sacar a Purple del agua, porque están prohibiendo cualquier posibilidad de dejar el continente- se quejó molesta, con las manos en su cintura, triste porque los de la guardia marina fueron a molestarla hace poco rato.

- Lo sé, por eso el servicio es más caro- le susurró el mago, tratando de convencerla, aunque de igual modo los turistas escucharon.

- ¡Estamos dispuestos a pagar lo que sea!- interrumpió Dyan con decisión en su mirada.

- ...- la chica se quedó mirándolo con duda, examinándolo casi- 500 lums- le tiró un precio cualquiera.

- Tengo un cheque por 500 coronas, ¿te sirve?- le preguntó con falsa inocencia Dyan, sabiendo que no valían lo mismo, pero se acercaban en precio. Además si les mostrabas un cheque en la cara al artista callejero, este no se resistiría.

- ¿¡Qué!?- cuestionaron al unísono los novios, a punto de agarrar el preciado pedazo de papel, para ver su autenticidad.

- ¡Epa!- intervino por primera vez Blake, tomando con la punta de los dedos el cheque y alejándolo de los magienses- Primero, necesitamos ver el barco, aprobarlo, hacer un contrato, viajar y entonces les pagaremos la cuota completa- les condicionó el hombre lobo con astucia y altura de mira.

- Ugh...- suspiró Ephixia de brazos cruzados- Me parece justo... ¿Quieren ver al Purple? Vengan conmigo...- les dijo haciéndolos entrar a la pequeña casita de palafitos, que por fuera se veía humilde, pero por dentro tenía más de un secreto.