Tras una larga tarde, que se les hizo corta charlando con Ephixia, a quien extrañaban tanto; el equipo se sintió energizado otra vez.
Se revitalizaron por completo y tenían más ganas que nunca de seguir el viaje. Sobre todo ahora que eran conscientes de los peligros, por lo que usaban constantemente la magia espejismo de Aaron para pasar desapercibidos y observaban con mayor atención cualquier rastro de arquitectura antigua, como la del famoso y secreto Templo del Gran Mago.
Así que sus caminatas se volvieron más alegres y agitadas que nunca.
Aunque los nocturnos descansaron un par de días, luego del ataque de los vampiros. Ya que Chester seguía medio combaleciente, pues le costaba ver de noche aún, y era peligroso entonces, que Francis siguiera por si solo en la oscuridad.
Pero como Dyan y Blake dormían arriba, el vampiro tenía dos opciones; descansar boca abajo en forma de murciélago pequeño, entre las vigas de la imitación de la casa de Dyan, o en el sillón en tamaño humano promedio.
Prefirió el sillón, ya que nunca fue muy fanático de sentir la poca sangre que recorría su cuerpo, subiéndole a la cabeza.
- ¿Prefieres que te cambie?- le preguntó Chester en susurros, viéndolo complicado, tratando de acomodarse en el largo sofá.
- No, tú te mereces estar en cama, a ti te atacaron- le contestó rápidamente el vampiro, algo avergonzado de ser visto en esa situación.
- ¿Quieres dormir conmigo, entonces?- lo invitó el mecánico, de la forma más inocente posible, siendo él. Francis se quedó mirándolo en silencio, sin saber si golpearlo como siempre, acabando juguetón con el coqueteo o seguirle el juego de una buena vez y aprovechar la oportunidad de dormir en un colchón cómodo- Lo digo en buena, no es que...- intentó explicarse el humano, nervioso por el largo silencio que se formó.
- Pero yo a este lado- le respondió sin mirarlo demasiado, metiéndose bajo la única frazada delgada que ocupaba.
- Claro...- aceptó más que contento Chester, feliz de compartir cama con el vampirito, incluso si no era tan soñado como imaginaba.
Si bien esa primera noche durmieron notablemente separados, Francis apenas durmió, ya que estaba acostumbrado a hacerlo de día.
Absurdamente, a cada noche que pasaba y que dormitaban poco a poco más juntos, sobre todo porque Chester había aprendido que con el vampiro se avanzaba lento pero seguro; Francis dormía mejor.
Así que básicamente flojearon en cama 3 días seguidos, ya que, se lo merecían y a Aaron le parecía gracioso verlos haciendo cucharita en la mañana, siendo que se ponían a discutir por alguna tontería a la noche.
Aún así, sólo con el avance diurno de los chicos, ya habían llegado a una zona de la montaña, que les avisaba de las formaciones rocosas que se avecinaban y que aparecian en los dibujos de las páginas del viejo libro de Francis.
Lo que significaba que quedaba muy poco para llegar. Sin embargo Chester no quería ser arrastrado hasta allí; estaba decidido volver a explorar de noche y ayudarles a llegar a la meta como lo había hecho hasta ahora.
Viendo que ya se podía mover a comodidad en la oscuridad, Francis aceptó y salieron a continuar el camino nocturno, mientras los chicos dormían.
Ordenaron sus cosas, guardaron la carpa en el morral y se dispusieron a subir.
- ¿Cómo estamos para esta noche?- le preguntó Chester para iniciar una conversación animosa, casi trotando en su lugar.
- Bien, espero... Nos queda muy poco para llegar al Templo- le contestó el vampiro sin tanto entusiasmo en la voz.
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The Fourth One - Naruhi16
FantasyDesde tiempos remotos, los habitantes de la Tierra se han dividido en 4 reinos. Se dice que hubo grandes guerras en el pasado, pero hoy todos conviven pacíficamente, en un mundo donde la magia y la modernidad tecnológica coexisten en las vidas de lo...