Continuando con el relato de esta historia, nos centraremos en los días finales del viaje en barco.
Ya llevaban 14 días en altamar y les restaban otros dos para llegar a destino, el viaje se había sentido eterno, pero por lo mismo, era como que hubieran sido amigos de toda la vida.
Durante el viaje vieron ballenas mágicas, aves extrañas y hasta sirenas. Comieron muchas cosas ricas, además conversaron y jugaron un montón.
Sin embargo, no todo fue risas, ya que dos personas en específico no podían dejar de pensar en su futuro...
Una noches, de esas en que no festejaron ni jugaron nada; Francis se quedó leyendo otra vez su libro y Aaron con Ephi regaloneaban en los camarotes, en donde cierta conversación salió a la luz finalmente.
- Estaba pensando...- habló de Aaron repente, mientras peinaba el cabello de Ephixia y lo trenzaba otra vez.
Uno de sus pasatiempos era cepillar el pelo largo y dañado de su novia. El balanceo del barco aún lo mareaba a veces, pero concentrarse en trenzar lo distraía y relajaba, al igual que a Ephi, que le encantaba sentirse atendida.
- Wow, tranquilo, viejo...- le contestó sarcástica la chica, como si el otro nunca pensara.
- Ja... ja... hablo en serio, Ephi- le contestó con voz monótona el mago, tironeándole un poco el cabello.
- ¡Auch!- se quejó sin haber sentido dolor realmente- ¿En qué pensabas?- le preguntó con tranquilidad la mujer, serena por las atenciones de su novio.
- En lo que decía Francis sobre cambiar el mundo... de arreglar las cosas, de impedir la guerra...- le empezó a contar, con la voz más seria y determinada que pudo evocar.
Ephi estuvo a punto de voltearse y verlo, al escucharlo tan serio, pero siguió de espaldas a él, esperando que terminara de peinarla.
- ¿Qué me quieres decir?- le cuestionó preocupada la mujer cuyas alas estaban plegadas de tal forma de no molestar a Aaron mientras la regaloneaba.
- Quiero ir con ellos... acompañarlos, necesitan un mago- le explicó tratando de concentrarse en su cabello y en el discurso que quería darle.
- ¿Qué hay del dinero?- le preguntó Ephixia, mirando su bolso sobre un cajón, ya que contenía el cheque por 500.
- Pensé que para cuando lleguemos a Cheloveq, una guerra ya podría estar comenzando, no estaríamos seguros allá...- le contaba sobre sus pensamientos y cálculos. La guerra era inminente y sería peligroso ir a uno de los continentes más bélicos de todos.
- Pero...- trató de decir algo la chica, aunque no sabía qué.
- Lo que trato de decir es... podemos detener la guerra y... estar más seguros para ir a la clínica o...- se detuvo antes de soltar la siguiente frase.
- ¿O...?- lo incentivó a continuar Ephixia, temerosa de lo que vendría a continuación.
- Criar un hijo más tranquilos, en paz...- le dijo nervioso, esperando la respuesta de su novia, quien se giró para verlo de frente ahora.
- Tú me pediste que abortara, ¿no queríamos evitar el peligro del parto?- le recordó lo amenazante que era la incertidumbre de si sería un nacimiento humano o de hada.
- Pero podríamos encontrar ayuda para predecir como será y así decidir si tenerlo o no...- le propuso con una sonrisa nerviosa- acepta que seríamos los mejores padres del mundo...- le habló con más determinación en aquellas palabras con dulzura.
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The Fourth One - Naruhi16
FantasyDesde tiempos remotos, los habitantes de la Tierra se han dividido en 4 reinos. Se dice que hubo grandes guerras en el pasado, pero hoy todos conviven pacíficamente, en un mundo donde la magia y la modernidad tecnológica coexisten en las vidas de lo...