Prólogo.

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Era de medianoche. Todos llegaron una hora después, para festejar la fiesta que la hermandad Delta Beta organizaba en beneficencia a la caridad más por menos. 

El antebrazo de Grace Truscott se encontraba ocupando el ancho de la barra, y su mejilla apoyada a la palma de su mano. Era la primera vez en dos meses que sus ojos volvían a vagar por lo largo de la sala principal. Su mano sostenía un vaso de licor a medio tomar. Las luces estaban apagadas y una bola de boliche hacía constantes reflejos cristalinos contra la pared. 

Habrían alrededor de cien estudiantes en los pocos metros cuadrados del frat*. Las ventanas estaban empañadas, estaban por mitad de Abril y el calor iba despacio hasta quemar como el fuego y condensar los objetos. 

Grace hizo fondo con el vaso de licor y lo apoyó con estridencia sobre la madera. La música estaba tan fuerte, y la cantidad de bullicio era tan alta, que nadie llegó a notar como el líquido rebalsaba sobre el roble. Suspiró y se levantó como si nada hubiese pasado. 

Avanzó tambaleante, por entre las personas. El hedor era inevitable de oler, y la transpiración, de sentir. Las manos de Grace recorrieron la espalda de muchos atletas universitarios, para sacarlos de encima.

Su idea inicial, era tomar aire fresco. Hacía tiempo le había prometido a su fraternidad no volver a beber y no había cumplido con su parte. Ahora solo esperaba no tener que lidiar con ellas, por lo que logró con éxito salir de la casa y vio algunas parejas dando vueltas por alrededor. Sentía literalmente que sus pies la guiaban, y no era una sensación de libertad; había un aire siniestro que la acompañaba.

Sin tener un motivo esclarecido mas que relajarse, lejos de la gente, se metió en el claro que participaba como una linea divisoria entre ambos campus. Entonces, respiro profundamente por un momento, y desató sus tacones para pisar el césped y descansar sus pies. Se sentía de veras cansada, agotada, perdida en un sinfín de recuerdos pasando como flashes por su mente. 

Caminó unos pasos sintiendo como sus músculos se destensaban. Habían punzadas eléctricas en su nuca, y en la planta de sus pies. La frondosidad del pasto había sido testigo del rocío, y la piel de Grace tornó su temperatura levemente fría. 

Arrastró su espalda por la dura e irregular corteza de un cedro y suspiró. Su vestido negro y ajustado había tomado la humedad de la tierra, y de repente sintió la necesidad de fumar un cigarrillo. Sacó de su cartera una cajetilla casi completa, y encendió el tabaco. Dió unas pitadas y lo exhaló. 

Se sentía relajada luego de horas. Se sentía distinta. Se comparaba años atrás y no se encontraba. Grace calculadora Truscott "deja la tarea en su taquilla y al dia siguiente la encontrarás resuelta". ¿Quien era ahora? ¿una zorra? ¿la chica de vestidos cortos y mirada felina? ¿la que tenía mas novios que zapatos?

Cerró sus ojos y concentró su pensamiento en blanco. Volvió a suspirar con vehemencia y logró sentir como las punzadas en su nuca y en sus pies disminuían... estaba dejando de pensar con claridad, y entregando su alma a que recorriera lo mas profundo y desconocido en ella.

Se estaba durmiendo tan rápido como si alguien hubiera soltado cloro.

[...]

Aspas de ventilador zumbaban como moscas alrededor de su aurícula.

Estaba en una cama contra la pared y apenas una luz entraba desde afuera. Frente a ella había mas pared y un póster de Los Lakers. La temperatura de su cuerpo era calurosa y sentía un olor extraño.

Tenía la certeza de estar en una casa de fraternidad masculina, pero no quería saber como había llegado a ella; nadie era lo suficientemente depravado para atacarla tanto sexual como físicamente. No sentía dolores de ningún tipo, y sospechaba haberse embriagado de mas, tanto, que quizás había compartido unos besos y ya. 

Pero aquello tampoco la dejaba tranquila. 

De nuevo aquél putrefacto olor volvía a atacar sus fosas nasales, y se agarró de la cabeza cuando por fin decidió levantarse; el dolor se extendía desde la nuca hasta su orbe derecha. 

Apoyó la planta de sus pies embarrados sobre el piso y tamborileó sus dedos sobre su cintura. Quería saber como demonios había llegado a esa habitación y de dónde provenía el olor a podrido. 

Notó unas bragas tiradas en el suelo, un par de medibachas y unos tacones. Un armario entreabierto y ropa caída desde los estantes. El cuarto era un desastre, pero mientras mas se acercaba a la puerta, menos hedor alcanzaba a sentir. Entonces, retrocedió nuevamente. 

La idea horrorosa de que un cuerpo animal se encontrase debajo de la cama, atacó sus pensamientos, estremeciendola aún mas. En otras instancias, ya hubiese salido de allí; pero no podía negar que esa sensación siniestra la rodeaba nuevamente. Conclusión, era como si tuviera que elegir entre atreverse a descubrir que había debajo de la cama, o salir y que le salga algún de tipo de Jason Voorhes. 

En ese momento entendía lo que era estar entre la espada y la pared. 

Con el corazón en la garganta y la mano en el pecho, sus pisadas detuvieron y sus rodillas alcanzaron el borde de la cama; las arrastró y quedo en cuclillas. Sin duda en olor provenía de allí. Apretó las aletas de su naríz entre su pulgar e índice, y cerró los ojos. 

Respiró y juntó aire en su pecho. 

Corrió el acolchado y llevó la mano a su boca. Del susto, se lanzó hacia atrás y su trasero pegó contra el alfombrado. Se quedó estática. Sus manos temblaban, sus labios también. Tenía ganas de soltar un alarido, pero era como si su aliento hubiese marchado fuera. 

Frente a ella, había una chica desnuda, de su edad. Un cuchillo había tenido la amabilidad de recorrer el tramo que hacía su médula espinal, y sus ojos yacían dormidos. Sus labios estaban pálidos, violáceos. Su piel, sin vida. 


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Diccionario de acrónimos o apodos, etc: 

*frat: Diminutivo de "Fraternidad". Se le da ese nombre a las casas donde viven las "fraternidades" o "hermandades" de una universidad. 

¡Hola a todas! okeeey, demoré mucho y lo sé :c pero sepan disculparme, vivo atareada y esto es algo que verán a medida que la novela vaya transcurriendo. Suelo demorar una semana, y a veces menos, pero son grandes excepciones. Siete días es lo justo. 

Aparte no puedo negar que quiero redactarlo lo más real posible. Mucho La Ley y el Orden, Agatha Christie y John Katzenbach. 

Vale, hubo dos comentarios que estaban entre lo positivo y negativo. Las dos concluían en que estaba dando demasiada información. Pero aclaro, para mi fue lo justo y necesario. Hay muchos mas personajes, los dos principales se dan siempre, y si no daba la información de que habían tres fallecidos, entonces ¿donde estaba la trama? creo que hice lo correcto, pero vale, cada uno tiene sus opiniones. 

¿Que les ha parecido? ¡vamos, comenten! son de libre albedrío. 

-Mili. 

Dark Clues (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora