14 ✎ Suspects

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Narra Grace (Capítulo: Sospechosos)  

—No puedo creerlo... ¡pasas años de tu vida recolectando dinero, para que sufran secuestros!— se quejó mi mama en una conversación con Kirstie. En la parte delantera. Mientras yo fingía que estaba dormida.

—Por favor, no la hagas volver allí. — rogaba mi hermana. 

—¿Estas de coña, Kirst? Para nada— mi mamá solía hablar como un animalito de Dios* cuando se trataba de cualquier persona confiable. 

Seguí fingiendo que estaba dormida. Nada cambió por una hora. El viaje de Filadelfia a Lancaster era muy aburrido, y tentaba mucho sacar uno de los libros de Agatha Christie que traía conmigo en el bolso. 

Saber que UPenn no era mi lugar, no era nada nuevo. De hecho, ir a esa universidad había sido la tradición de la familia de mi mamá durante dos generaciones. Y para sumar, se me hacía irónico que nuestra frase fuera "La ley sin moral es vana". Contando los atentados contra cuatro chicas y yo (única sobreviviente) dentro de la institución, tenía el eslogan mas falso del planeta. 

Mamá me zarandeó y cuando hubimos llegado, el sol estaba cayendo. Cuando me levanté y agarré mi bolso y mi chaqueta, mi celular vibró tres veces dentro del bolsillo trasero de mi pantalón. Salí del coche para entrar y subir como un rayo a mi habitación, y saqué el movil. 

Eran tres mensajes de Jared. Todos mis músculos se relajaron, y me senté al borde de la cama. 

"Hey, te has ido muy pronto, no pudimos hablar". 

"De todos modos, mañana pasaré y volveremos a Filadelfia porque el Cabana nos espera". 

"Espero tengas una linda noche. Mañana a las doce am, ¿vale?". 

{...}

Jared tocó el claxón a las once y cincuenta y nueve de la mañana. Le dije a mamá que iríamos a un café a unos kilómetros de casa, ya que de ningún modo me dejaría volver a Filadelfia.

—¡Que la pasen divino! Y Grace, mándame un texto— gritó desde el porsche de casa. 

—Seguro, y también le diras que estas en el Cabana, ¿cierto?— me susurró mientras me abrochaba el cinturón.— Adios, Christina— saludó a mi mamá a la vez que volvía a tocar el claxón. Ignoré su comentario con una sonrisa. 

—Has sido muy puntual— observé mirando mi celular.

—Es que tenía que hablar enserio contigo— me miró. Hacía pocos días que hablar con Jared era un escándalo para mí. Se me erizaban la los pelos de la nuca.

—Vamos a estrellarnos con un camión si no miras adelante, Jay— dije, suponiendo así que con un sobrenombre, comenzaríamos un nuevo tema, y a la vez, dejaría de mirarme. 

—¿Jay?

—Es tu inicial.

—Sí, si lo se— me miró. Levanté una ceja— Oh sí, y por cierto, no puedo dejar de mirarte. Es una costumbre hacerlo cuando me dirigo a una persona. 

—Entonces, dejemos de hablar. 

Jared no me contestó y cuando paró en semáforo rojo, prendí la radio y pasaban Shelooks so perfect de 5 Seconds of Summer. Le subí el volumen.

Dark Clues (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora