Dark Clues (terminada)

13 ✐ Hero.

Narra Grace. Capítulo (Mi héroe) 

Sentí una especie de hormigueo dentro de mi garganta, antes de despertar por completo y comenzar a toser. Mis ojos se llenaron de lágrimas, efecto secundario de la picazón y escaso oxígeno entrando a mis pulmones.

Trague la cantidad de saliva que mi estado podía permitirme, y la cosa comenzó a ponerse mejor. Sin embargo, no entendía como estaba hablando con Jared y había despertado en una habitación negruzca con una lámpara como única alternativa de luz.

Y me asustaba desconocer cual de los dos había/es sido un sueño: si Jared, o el hecho de estar en un cuartito completamente lejano a mis recuerdos. Pero la respuesta era fácil, y todo se concretó cuando sentí como si me hubiesen dado con un maso en la nuca. Entonces quise salir de allí.

Me fui guiando por las paredes. Las huellas de mis dedos estaban muy sensibles y el gélido frío del material sobre ellas era incompatible con el calor de mi cuerpo. Temía que se repitiera la escena de Alyssa. Apenas salia del trance y me encontraba confundida, en un lugar desconocido.

De pronto la sensibilidad de mi piel, diferenció la textura de la puerta barnizada, y sonreí sin muchas esperanzas. Arrastré la palma de mi mano sobre la puerta, y localice el picaporte, para desbloquearlo con frenesí sin mucho éxito.

Estaba bloqueada, definitivamente.

La impotencia me obligaba a llorar. Sabia que había alguien afuera disfrutando de mi secuestro, regocijandose con el hecho de que gritar solo lo volvería aun mas violento. Con vehemencia me senté sobre la cama, que crujió debido a los resortes, esperando a recibir las noticias directo de él o ella. 

"Creo que esta será la última vez. Dios me ha estado ayudando mucho en mis altibajos. La primera vez fue fácil escapar, esta vez se aseguraron que no fuese capaz de hacerlo de nuevo" pensé. "Es fácil pensar en un Dios, pero ¡diablos! ni en eso puedo concentrar mi mente. ¿Cuanta gente moría rezando hasta el final? ¿es que acaso no éramos suficiente para nuestra deidad? ¿por qué no paro de cometer errores humanos y sufro como si fuera una condenada?"

Adopte la postura de alguien que no se resquebrajaba con facilidad, y dí leves golpecitos con la punta del pie contra el piso. Todo se trataba de esperar a mi secuestrador pacientemente. Lo había visto en Investigation Discovery: mientras menos miedo le enseñabas, mas loco se ponía y te dejaba ir. Y no, yo no era para nada coraje, pero cuando se trata de sobrevivir, saco fuerzas que ni se yo de donde salen.

Estaba todo calculado, el/ella sabía con quien se enfrentaba, sabía como iba a reaccionar, sabía todo sobre mí. Me había investigado. Tenía aquellas punzadas de sabiduría que lo hacían mas fuerte, pero yo no iba a dejar rebajarme. Ni borracha, ni en la quinta nube, nunca.

De un momento a otro, pasos se aproximaron. Tuve la idea de agarrar el velador que alumbraba escasamente una esquina de la pequeña habitación. El cable no llegaba a la cama, y me obligué a apoyarlo sobre el suelo. El reflecto llegaba directo a mi menton, pero podía alumbrar a la puerta que se encontraba frente a unos nueve pasos míos. Suficiente.

La puerta se abrió, y allí, parado, había una persona con anatomía masculina, pues sus hombros eran anchos, y no tenía rastros de cintura. Era alto que llegaba casi al marco de la puerta. Me removí, con pánico dentro de mí, cuando clavé mi vista sobre su mascara deforme. Era una de cotillón, similar a las que aparecían en La Purga. La sonrisa de la máscara de plástico, era tétrica, y los pómulos eran anchos y tan altos que achinaban los ojos. Claro, sus ojos, no podía verlo, pues dicen que a traves de los ojos, reconoces el alma del ajeno.