"Llega un momento en el que ya no piensas en el pasado. A quién amaste tanto, te rompió el corazón por completo. Los amigos en quien confiaste, fueron los primeros en traicionarte. La familia en quien creíste, fueron los primeros en darte la espalda. La verdad es qué no vale la pena en pensar en el pasado, es sólo, perdida de tiempo. Mejor vive lo mejor que puedas en el presente, disfruta a las personas y momentos que te rodean en este mismo instante. No te hagas fantasías con el futuro que está por venir o quién estará. La vida pasa sin pedirte permiso, simplemente te sorprende, puede gustarte o no. No categorices tus momentos en felices o peores, porque te brindan ayuda de diferentes formas, uno es aprovechar lo que te tienes y otro es aprender de tus pequeños o grandes errores. Que no te importe lo que los demás hagan con sus vidas, ocúpate en la tuya, en la de nadie más. Disfruta tu infancia, tu juventud, tu adultez incluso la vejez. Disfruta tu soltería o disfruta compartir tu vida con la de alguien más. Disfruta la felicidad, la tristeza y los enojos. Disfruta de la amistad, del amor. Disfruta con inteligencia y madurez. No trates de ser perfecto, porque es imposible. Da lo mejor de ti en cualquiera de los ámbitos, total qué si una vez te destruyeron, cuando vuelvas a unir los pedazos que dejaron tirados, serán cada vez más fuertes y mejores. Lucha por tus sueños, tal vez no se cumplan todos, pero, en el camino puedes ayudar a muchos a cumplir los de ellos. Eres fuerte, valiente y veraz, no dejes que nadie, absolutamente nadie, diga lo contrario." Juditburgos. – Felicidades graduados y, que cada uno de ustedes cumplan sus sueños, gracias. –
Hoy fue nuestra graduación, sí al fin terminé la preparatoria.
- Muchas felicidades, Romina. – Me decían al pasar por los pasillos – ¡Qué gran discurso! ¡Me encantó! – personas que durante el tiempo que estuve aquí, no me saludaron, ahora me conocen. Es extraño que tanta gente me hable por un discurso. –
- ¡Aquí estás! – Nick, al que estaba buscando entre la multitud – Felicidades Romina, hiciste un excelente discurso. – me miro a los ojos y me dio un fuerte abrazo –
- No lo hubiese podido hacer sin tu ayuda, Albert. – le abracé más fuerte – Gracias por estar aquí.
- ¿Cómo no estar aquí? Si también me estoy graduando. – hizo una sonrisa sarcástica –- Bueno muchachos, quiero una foto de ustedes dos. – dijo mi padre – se ven perfectos juntos – exclamó. Nick sólo me miró y sonrió. – Perfecto.
- Nosotros nos vamos a casa y ustedes a Londres. Se cuidan mucho, por favor. Y que se diviertan mucho. – dijo mi madre –
- No es que me entusiasme mucho ir, mamá. Pero...
- Por mí estás yendo, y debes estar feliz porque estarás conmigo. – Nick interrumpió mi desagradable comentario – Yo la cuido, no se preocupe señora Becher.
- Espero así sea, Nick. – le dio unas palmaditas en la mano – Bueno, vámonos, cariño.
- Cuídense muchachos, nos vemos pronto.
- Sí. – me despedí de ellos con un fuerte abrazo –Para la graduación decidimos viajar a Londres, Nick y unos amigos más. Era ya casi el medio día cuando llegamos a la estación de autobús. Brisa, Louis y Nick conversaban acerca de qué haríamos llegando a la ciudad, ellos se tomaron la tarea de investigar sobre cuales actividades hay los sábados en Londres, yo sabía de algunos lugares, pero no les interesaba en absoluto los museos, así que dejé que ellos eligieran el lugar. Me fui por un café antes de abordar al autobús.
- Un cappuccino frío, por favor.
Quería calmar los pensamientos que rondaban mi cabeza, para ser sincera lo único que estaba en mi cabeza era Chris, hace un año que no sé de él. Aunque por su última carta, estaba con alguien, así que no estaba tan mal. Sentí un brazo rodeando mi cintura cálidamente, era Nick:
- ¿Estás lista?
- Nací lista. – le guiñe el ojo derecho –
- Esa es la respuesta que esperaba. Vamos, ya llamaron.
- Aquí está el café, señorita. – pagué y le agradecí, a la señorita que atendía –Al estar en el autobús, trataba de sonreír a todo lo que Nick me decía, pero él ya me conocía bastante para mentirle.
- Romina, ¿qué pasa? – me tomó de la mano – te noto muy triste, tus ojos no brillan como cuando decías tu discurso... dime.
- No es nada, Nick. Sólo qué, tengo miedo de toparme o ver a Chris. Ya no siento nada por él, pero es difícil no pensar en él cuando dicen "Londres", ¿entiendes?
- Sabía que era por eso, sólo esperaba a que tú me lo dijeras. Y lo entiendo, lo sabes. No te sientas mal por decirme, al contrario, desahógate conmigo porque puedes confiar en mí en lo que sea, Romina. – sus palabras eran tan sinceras, juro que no dejaba de mirar sus labios rojos al pronunciarlas, sin titubeos – Estoy para ti. – no pude decirle nada más. Él me rodeó con su brazo y dejó que sólo me acurruque en su pecho, sosteniendo fuertemente su mano – Espera, aquí hay frío, ahora regreso.Fue a hablar con el portero, y desapareció por unos minutos. Subió de nuevo al autobús y trajo consigo una frazada...
- Así no tendremos frío durante 4 largas horas, ¿no crees?
- Estás más listo que yo. – eché una risa –
- Eso es lo que suelen decir. – dijo con un tono burlesco –
- Tú también deberías de ser así de lindo conmigo. – frunció Brisa contra Louis –Nick y yo sólo nos comenzamos a reír por la reacción de Louis, son novios desde hace 6 meses, Louis suele ser muy tímido y es lo que más le gustó a Brisa, porque no habla a otras chicas.
- Bueno, señorita Becher. Puede ponerse cómoda porque ya empieza nuestro viaje.
- Así es. – tomamos la misma posición antes de que él se vaya por la frazada y me conversaba lo que sus padres pensaban del viaje –
- Me dicen que es bueno que conozca nuevos lugares, mientras no vaya solo, por eso te pedí que vinieras.
- Bueno, pues te acompañaré a donde vayas si es importante para ti. Lo que más me sorprende es que mis padres me hayan dejado venir...
- Sí, hace un tiempo les dije que... - se quedó en silencio –
- ¿qué? – reí –
- Saben que me importas, y que no dejaría que nada ni nadie te hiciera daño y espero que tú también lo sepas.
- Claro que lo sé, Nick. Y tú también me importas.
- Lo sé, pero, no sé si es de la misma forma. Romina, yo, quiero ser algo más que tu amigo...
- Nick – interrumpí – yo también, pero, quiero que disfrutemos más de lo que estamos viviendo ahora, ya llegará el momento.
- Sí, lo entiendo. – bajó la mirada y sonrió con dificultad –
- Mírame, Nick. – tomé su mejilla y le acaricié con el pulgar – Soy la chica más afortunada de tener a alguien como tú sentado a mi lado, de que siempre respetas mis decisiones, aunque no estés de acuerdo. Tú me importas, y de verdad que te quiero por mucho tiempo conmigo.
- Romina, te prometo que este viaje será inolvidable para ambos. – me dio un beso en la frente –
- Está siendo inolvidable, Nick.Terminé mi café y sostuve la mano de Nick, él ya se había cansado de platicar. Se quedó dormido sobre mi pecho, mientras le acariciaba su cabello largo ondulado y sonreía por momentos. Faltaban dos horas para llegar a Londres, aproveché que Nick dormía e hice lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué tanto puedes saber de mí?
Teen FictionDesde los 11 años, veía películas de amor y sentía cómo esas dos personas que tenían contacto al mirarse, podían suspirar y decirse "Te quiero" . Desde esa edad le temía al amor, temía que alguien llegue tan lejos a conocer mis sentimientos, temía a...