Capítulo 7. La vi

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Al salir de la última clase, sólo pensaba en ir al salón de clases en el que Romina estaba. No podía pensar en más que volver a salir con ella después de todo lo que pasó con mi hermanita, ella fue la única de muchos que me ayudaron a salir adelante.

Iba camino cuando vi que un chico se le acercó de inmediato, lo abrazó cómo si nunca lo volviera a ver o a sentirlo cerca. Pasé a un lado de ellos y creo que ni se percató de que pasaba por ahí.

Regresé a casa pensando en quien podría ser él, considero que ella y yo somos mejores amigos que un día se conocieron en la escuela desde hace 3 meses cuando ella no conocía a nadie. Quizá sólo es una tontería pensar que me ocultaría algo importante.

- ¡Hermano, regresaste!

- Claro que sí, pequeña. ¿cómo estás?

- Mucho mejor, ¿jugamos?

Le prometí a Fátima que volvería antes de la cena para que podamos jugar un rato a las escondidillas, era su juego favorito desde que tenía 5.

Mientras jugábamos pensaba en llamar a Romina, preguntarle cómo estaba. Esperé a que termináramos de cenar y fui camino a casa de Romi. Creía que era una tontería ir, realmente no pensaba en cómo estaba, si no con quien ella estaba.

Llegando a su casa, aseché por la ventanilla él estaba con ella, con su padre, él era un hombre alto, robusto y se nota que tiene un buen sentido del humor el señor Becher Montés. Toqué el timbre, tardaron en abrir y me marché, si, fue una tontería haber ido.

¿Qué tanto puedes saber de mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora