Al llegar a la mesa, Nick extendió su mano y sonriéndome...
- ¿Me concedes esta pieza?
- Sólo si prometes no enojarte cada vez que te pise. – reí.Tomé su mano y con la misma me puse de pie.
Nick tomó mi cintura con delicadeza y mis manos las puse en la nuca. Sentía como sus ojos azules obscuros por la noche, se entendían con los míos. En ese momento mis pies no eran torpes, sólo me dejaba llevar al compás de la canción Can't Help Falling In Love del tan admirable Elvis Presley. Nick se acercó a mi oído y susurraba la letra de la canción, su voz enchinaba la piel, que me hacía sentir más nerviosa. A mitad de la canción, soltó mi mano para rodear por completo mi cintura, él me acercaba cada vez a su cuerpo sintiendo su respiración más cerca. Sus labios daban pequeños roces a mi nariz acompañado de su sonrisa, se detuvo y en milésimas de segundos me besaba tan lento que mi corazón revoloteaba, en ese instante todos mis sentidos le pertenecían a Nick. Nos fuimos apartando despacio y nos miramos por unos segundos hasta formar una burbuja en el que sólo estábamos él y yo, moviéndonos de un lado a otro.
Después de aquel maravilloso momento con Nick pasamos a nuestros lugares. Eran casi las 11 y estaba por empezar esta grandiosa fiesta. Miraba a distintos lugares para poder encontrar a Christofer, necesitaba hablar con él, ya contaba con el consentimiento de Nick para poder hacerlo. La mesa en la que Chris se sentaba justo enfrente da nuestra mesa, dando como obstáculo la pista de baile, él no se encontraba en la mesa, si no que estaba con Kazi, para poder hablar con él, tengo que enfrentarme a ella también.
- Cariño, ¿me acompañas? – me dirigí a Nick –
- ¿A dónde? – preguntó confundido –
- Con Christofer y su novia. – los señalé –
- ¿Ya estás segura de hablar con él? – acarició mi mano –
- Y aunque no lo estuviera, tengo que hablar con él ya, antes de que inicie la fiesta.
- Bueno, vamos.Antes de llegar con ellos mi mano temblaba y sostenía más fuerte la mano de Nick, él me detuvo y me miro con atención.
- Romina, sé qué hace un año todo era diferente a como lo es ahora con él, pero, sé que puedes hacerlo. Cuando lleguemos con ellos, saludaremos a ambos y yo hablaré por ti con Kazi, tú sólo sígueme, ¿entiendes? – asentí. Nick no sólo ya era mi novio, también se comportaba cómo el amigo que quería que fuera ahora –
Chris y Kazi saludaban a todo quien llegaba, pues la mayoría eran del colegio al que iban.
- Hola. – pronunció Nick –
- Hola. – contestaron ambos sorprendidos –
- ¿Qué tal la están pasando? – dije –
- Bastante bien, espero. No ha dejado de llegar gente de diferentes ciudades, estoy sorprendida. – contestó Kazi –
- Sí, igual yo. – exclamó Nick con un tono sarcástico – Oye Kazi, ¿te parece si nos quedamos nosotros a recibir? También tengo que estar recibiendo por ser el capitán del equipo de fútbol. Tú eres porrista, ¿no?
- Soy capitana de las porritas, una gran responsabilidad, ¿no crees?
- Si, lo sé. Entonces, ¿puedo quedarme?
- Si a Chris no le molesta, está bien.
- Te veo en un rato, Kazi. Iré con Romina a tomar algo a la barra, ¿vas? – contestó Chris aprobando lo que Nick dijo –
- Sí, tenemos mucho de qué hablar. – hice una risa nerviosa – Te veo en la mesa, cariño. – le di un beso en la mejilla a Nick –Caminando junto con Chris es extraño, mejor dicho, somos extraños ahora.
- ¿Cómo has estado, Romina? – me miró sonriendo –
- Todo ha estado tranquilo, al fin terminamos la preparatoria. – reí – y ¿tú?
- Muy bien, pude pasar Literatura – reímos – no fue fácil, pero, si se pudo.
- Te dije que si podías. – le guiñé –A unos cuantos metros de la entrada hay unas bancas blancas, está un poco apartado de la fiesta. Ambos caminábamos con la mirada perdida para que no nos encontráramos. Sabía que no teníamos mucho tiempo, decidí comenzar.
- Christofer. – susurré –
- Romina. – Me miró –
- El propósito de que Nick se quedara con Kazi es para que habláramos, acerca de lo que pasó hace un año – bajé la mirada - me quedé sorprendida al verte aquí y no podía esperar más.
- Me imaginaba que era por eso, desde que te vi en la entrada quería hablar contigo. – hizo una mueca – ¿Puedo comenzar?
- Por supuesto que sí.
- Romina – suspiró – te debo disculpas. El día en la feria, estábamos tan bien juntos, tú con tu vestido rosado y tus zapatillas negras, lucías tan hermosa, Romina, que no quería que esa noche acabara tan rápido. – pausó un momento y siguió – No quise mirarte, mucho menos escucharte cuando me dijiste lo de mi padre, todos estos meses me he arrepentido de ese día, exageré por completo y Romina – me miró – perdón por haber acabado lo que estaba por comenzar – decía con súplica –
- Chris, sé que no fue el día ni el momento de haberte dicho lo que tu padre había hecho, pero, mis padres insistían en que debías saberlo, si tenía miedo a cómo es que ibas a reaccionar, pero, no de esa forma tan exagerada – reí – me fui de ahí porque tú me lo pediste y lo respeté, pero, no te odio y tampoco me arrepiento de haberte querido durante el tiempo que nos conocimos – tomé su mano – fuiste mi amigo, y si lo de nosotros no fue antes, tampoco lo será ahora, eso lo entendí hace meses cuando me enviaste la carta.
- La carta, si conocía a Kazi antes que a ti, pero, cuando te envié la carta hace mucho que no conversaba con ella, hasta que a finales de año la volví a encontrar y coincidimos de nuevo – sonrió –
- Como haya sido, los dos estamos con buenas personas ahora, ¿no lo crees? – lo miré –
- Así es. Es una excelente chica, estuvo cuando quise que fueras tú, con el tiempo fui dejándote pasar y me enamoré infinitamente de ella. – podía ver que sus ojos brillaban y se formaba una sonrisa enorme en su rostro cuando me contaba sobre Kazi, él es feliz, yo soy feliz – y ¿tú?
- ¿Yo qué? – pregunté sarcástica –
- ¿cuánto llevas con Nick? – me empujó con el hombro –
- Lo conocí cuando regresé a Liverpool – le conté que fue por la caída de bicicleta y los auriculares – Al colegio que me inscribí para terminar segundo era distinto al que estaba antes, habían porristas, chicos de futbol, básquet bol y todo tipo de deporte, era aceptar a ese colegio o volver en donde me hicieron pedazos en primer año, no conocía a nadie y yo era el tema de hablar por ser la nueva. Me topé a Nick en uno de los entrenamientos de futbol porque me metí de porrista; que por cierto fui capitana este año, y nos volvimos muy amigos. No me sentía lista para iniciar una relación, Nick me esperó durante meses, hasta que hoy me decidí en aceptarlo, es un hombre increíble, él me animó para hablar contigo.
- ¿El plan fue de él en entretener a Kazi? – accedí – Si que se llevan muy bien.
- Como te dije, es increíble.
- Romina, me hace más feliz que tú también seas feliz. Ambos ya tenemos a alguien más en nuestras vidas, pero, no quita el hecho de que no te quiera, ¿me entiendes?
- Sí, lo entiendo. Yo también te tengo mucho cariño, y me alegra que estés bien. – le sonreí – No sé si sea la última vez que te vea, pero, espero te siga yendo muy bien, Chris, cuando gustes puedes visitarnos en Liverpool.
- Lo tendré en cuenta, Romina.Nos pusimos de pie para ir de nuevo a la fiesta y, Christofer me detuvo.
- Antes de irnos, ¿puedo darte un abrazo? – suplicó –
Él abrió sus brazos y me refugié en ellos. El abrazo que estuve esperando de Chris fue un respiro para mi cuerpo, se acogía en mi cuello y yo en su pecho, fue un abrazo sincero.
- Cuídate mucho, Romina. – me susurró al oído –
- Tú también, Christofer. – nos mantuvimos un momento más y le dije – Vamos, que a mí me toca dar la bienvenida.Continuamos caminando hacia la entrada, y Nick me esperaba a un lado de Kazi.
- ¿Todo bien? – preguntó Nick.
- Todo bien. – le sonreí – Ahora comencemos la fiesta.
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¿Qué tanto puedes saber de mí?
Fiksi RemajaDesde los 11 años, veía películas de amor y sentía cómo esas dos personas que tenían contacto al mirarse, podían suspirar y decirse "Te quiero" . Desde esa edad le temía al amor, temía que alguien llegue tan lejos a conocer mis sentimientos, temía a...