Capítulo 19. Imposible.

36 6 4
                                    



Eran las 8 p.m. Kazi parecía ansiosa por ir a la fiesta de esta noche, sus mejillas estaban rojizas cuando llegamos al departamento. No hablamos mucho en el camino, tal vez olvidó algo en casa tengo que preguntarle lo que está pasando. Terminé de abotonar la camisa negra, me alboroté un poco el cabello, y me puse un pantalón negro que no es tan formal. Su habitación está al frente de la mía, de inmediato toque su puerta esperando a que me abriera, pero, no lo hacía y eso me preocupaba aún más.

- Kazi, ¿por qué no abres? ¿sucede algo?

Escuché unos pasos acercándose a la puerta.

- Ya voy, espera.
- Aquí espero.

Estoy seguro que algo malo está por suceder, mi corazón empieza a palpitar rápido. La manija de la puerta empieza a abrirse, y ahí estaba mi linda Kazi, con su vestido rojo por debajo de las rodillas, y sus zapatillas blancas, el cabello recogido con un lazo negro con un mechón rojo por su mejilla. Kazi no me miraba, sólo abrió la puerta mirando al suelo, me sentía frustrado porque ella siempre me mira con tanta lucidez en los ojos y una sonrisa, esta vez era diferente.

- ¿Qué es lo que pasa, amor? – pregunté –
- No pasa nada, ¿ya podemos irnos? – me contestó a corta voz –
- No nos moveremos de aquí, hasta que arreglemos lo que está pasando. ¿Hice algo que no te pareció? Sólo dime.
- Recordé lo que decías entre tus sueños... a... aún la tienes presente, Chris. ¿Tú, la extrañas? – vi cómo sus ojos empezaron a cristalizarse, es la mirada que más me ha dolido ver después de mucho. Confiaba en que ella no había escuchado nada de lo que sea que haya dicho entre mis sueños. – Responde, Chris.
- Sabía que me habías escuchado decir su nombre, sólo la vi en mis sueños, no significa que la extrañe. Kazi... - levanté su mirada sosteniendo su barbilla – no la extraño, yo te quiero a ti, a nadie más ¿entendido?
- Sentía las ganas de decirte en el autobús, sólo esperaba a que tú me dijeras sobre tu sueño. – sus mejillas se ruborizaron y mordió su labio inferior – siento frustración de que sueñes con ella y...
- ¿Y no contigo? ¿cómo sabes que no sueño contigo? Te cuento lo que soñé de ella. Estaba en un jardín con mi hermanita Fati, supongo que mi subconsciente recuerda que estuve con ella en un jardín, sólo la vi de lejos y, quería decirle "adiós" aunque sabía que era un sueño, sólo vi que ella se alejaba y grité su nombre. No es nada importante.
- Promete que cuando se de la oportunidad de que hables con ella, te despidas de la mejor manera.
- ¿Ah? ¿me estás pidiendo que hable con ella?
- Es la única forma de que en verdad la dejes ir. – rodó una lágrima por su mejilla - ¿no lo crees?
- Ya no llores, por favor. En serio te quiero, y... no quiero perderte, Kazi.
- No me perderás, tan sólo quiero que ya la dejes ir...
- Te juro que lo intento, sólo dame un poco más de tiempo.
- El tiempo lo tienes y me lo has demostrado, confío en ti, Chris. – me dio un beso en la mejilla, secó sus lágrimas y tomó mi mano – Vamos, que no quiero llegar tarde y tampoco arruinar nuestro aniversario, ¿verdad? – me sonrió y le seguí -

No sé como Kazi le hacía para que no se notara lo triste que estaba muy en el fondo. No había conocido esta parte de ella, mi chica en verdad es fuerte física y emocionalmente. No puedo darme el lujo de dejarla ir como si fuera cualquiera, no puedo ser un idiota en este momento.

La tomé del brazo y le planté un beso acelerado sobre sus labios, ella me siguió durante varios segundos, me aparté de ella y miré sus ojos, ya no eran los de hace un momento. En realidad, estaban exaltados por lo que acababa de hacer.

- Eres la mejor.
- Te dije que no perderías el tiempo conmigo, Lowell.
- Si soy un tonto.
- Lo importante es que lo admites. – me guiñó el ojo y me sonrió – Estamos tarde, deja de entretenerme, por favor.

¿Qué tanto puedes saber de mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora