III VI IX XII -36912-

Back and forth

Ansiedad-depresión-ansiedad-depresión, y nunca termina el círculo vicioso. Son estos días los que me dejan sin voz. En que las dudas carcomen todo a su paso.

Positividad-felicidad-positivad-felicidad-positividad-felicidad-positividad-felicidad. Da igual cuántos días, semanas o meses se hayan acumulado. Se desmoronan igual de fácilmente. Y vuelves a perder todo lo que habías logrado. Ah, la ironía. Espérate, que se me escapa la sonrisa, y ni puta gracia.

El odio y la ira están pugnando por salir, ¿a quién vas a dirigirlos? Espero que no a mí. No todavía, al menos. Eso ya vendrá luego. Es algo que ya me espero.

Maldita pesada. Qué harta me tienes, ¿sabes? Ya no puedo más con tus gilipolleces. Cállate la maldita boca de una vez. Sarta de mierda que sueltas cada vez que la abres. Hasta debajo del agua puedo verte llorar. Ni siquiera pondré esto entre comillas porque piensas igual. ¿No es así? ¡Dime que me equivoco! Vamos. ¿No puedes? Da igual. No me sorprende. Déjalo. Déjalo porque terminamos a puños. Déjalo porque te haces daño.

Déjalo porque no tienes ni puta idea de lo mucho que te has roto. Aunque yo tampoco. Pon la radio, anda. Pon la radio y déjame tranquila. Déjame tranquila.

Vieja lección re-aprendida. Vas a olvidarte otra vez de todas formas, inútil.

Ahora sí que me río, sí. Si te quedase algo de dignidad ya te habrías largado pero veo que no, que aquí te quedas.

Ya cuando mueras me das un toque. Para enviarte unas flores, y esas cosas que se hacen.

Ppff. Qué hartura tener que aguantarte. No puedo más contigo. No puedo más con ellas. Y no me sermonees ahora, ¿quieres? No me sermonees.

Mañana cuando te agobies, conmigo no cuentes. Cuenta las veces que se te oprime el pecho. Hazlas tangibles. Hazlas un objeto. Así podré luchar contra ellas al menos.