Una mesa de otro color

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De vez en cuando, me vengo abajo, porque no puedo más. Nada parece mejorar, aunque tampoco empeorar. Subsisto superando obstáculos, pero no puedo comprarme zapatos, ni me da el sol. Nunca llego a la meta. Voy dando vueltas en un circuito cerrado.

En esos días en los que abro los ojos, no puedo levantarme. Dormito un poco, lloro un rato. Luego, trato de engañarme.

Cuántos meses habrán pasado sin un descanso, me pregunto, que hasta las tonterías me dejan llorando. Perdí la fuerza para enfadarme en algún momento, sólo me queda para seguir lamentándome.

Aguarda un segundo, que recobre el aliento.
Te he arrastrado conmigo; me grito que me arrepiento, y no es suficiente consuelo. Jamás debería haberte conocido. Me tiemblan los dientes. Retiro lo dicho.

(Pause). Qué. -. (Play). *Silencio*. De acuerdo.

Me pesan los párpados, ya no gravito.

No quiero morirme, lo que quiero es alivio.

III VI IX XII -36912-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora