Talonario de recetas

11 0 0
                                    

Eres una mala costumbre. Adictiva y poderosa. Eres lo que ansío en mi ansiedad; y vienes como un fuerte alivio entumecedor cuando te tomo, cuando estoy al borde del derrumbe. No ha pasado el tiempo. Nos frecuentamos a menudo. Me he prescrito en exceso, no he podido evitarlo, no logro ver lo adecuado del asunto.

Dentro del polvoroso desván oscuro, sólo escucho tu voz. El sol se ha puesto en el horizonte más veces de las que puedo contar. Siempre escojo el desenlace atroz. Tengo el presentimiento de que me vas a abandonar. Cuando cae la noche vuelven los espasmos, los temblores. Tengo el mono. Después de unas horas me olvido. Cuento las motas posándose en las fotos. Luego vuelve el dolor, y regreso a tu abrazo.

Tengo que reconocer que es todo un consuelo. Cuatro tarros más de bálsamo, por favor, que no me sobra el dinero, pero sí unos pedazos rotos.

Tengo que dejar de ser un coñazo. Tenemos que dejar de ser amigos. Hemos pasado por todo un mundo, pero va siendo hora de cambiar de rumbo. Es broma. Te estoy deseando. Estoy dejando de tener sentido. Vámonos yendo, de nuevo a un profundo sueño. El sol se está poniendo. Esta vez cambio el horario. Esta vez cambio de miedo.

III VI IX XII -36912-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora