Nunca aprendo

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El dolor se le hizo costumbre, y el llorar se volvió pesado; el soñar se le hizo imposible. No dormía, por mirar al pasado, que tanto odiaba, y de tanto amarse cada noche, se hicieron daño.

Gritaba por ayuda mientras enterraba los pies bajo las rocas. Puedes reírte de mí desgracia. Y yo aquí mirándola, o mejor dicho, y yo aquí mirándome. Dicen que hablar de uno mismo en tercera persona es síntoma de locura. Dicen muchas cosas, aunque en esta puede que esté de acuerdo. Mi vinilo se ha rayado. Mis muñecas no, nunca he creído en eso, siempre he sido de las que miran la pared durante horas.

No te tortures con el "si pudiera volver atrás", eso ya lo hago yo. Lo único que tienes es el presente. Ahora sólo te queda eso.

Dejé de sonreír después de la última lágrima, que no la primera. Nunca he entendido cómo seguir adelante, nunca tuve entre mis dedos un mechero, ni una botella, ni una cuchilla. Por no tener no he tenido nada. Cuando juntamos nuestras manos él no cerró la suya en respuesta. Mi única pesadilla es despertarse y ver que todo sigue igual de mal, porque los monstruos de mis sueños son mejores.

III VI IX XII -36912-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora