Garrett Dagger.
Estoy con mi grupo de amigos, hablando de las mismas estupideces de siempre. Drogas, alcohol, fiestas...
La misma rutina de mierda de todos los días.
—Entonces habrá una fiesta, ¿eh? —Pregunta Nathan, uno de mis mejores amigos.
—Creo que es en una de las bodegas que hay en la playa de Poplar Beach. Esa bodega pertenece a Fernández, el jefe. ¿Vamos a estar ahí no? Es este viernes —comenta Zeke con cierta picardía en su voz.
Cuando escucho ese apellido, por fin los miro, dispuesto a meterme de lleno en la conversación.
—Por supuesto que sí, pedazos de imbéciles —digo y todos soltamos una carcajada.
—Esa fiesta será no sólo para divertirnos, sino para vender un poco de yerba y de nieve, ¿no? Estamos jodidos y verdaderamente necesitamos un poco de dinero —comunica Mikel.
—Tienes razón hermano, la pasaremos bien y servirá que hacemos dinero para poder sobrevivir a la semana —concuerda Zeke y esboza una sonrisa maliciosa.
—Bueno, pues andando. Vamos a surtirnos de mercancía para esa dichosa fiesta —anuncio y todos se levantan, dispuestos a seguirme.
Me dirijo a la puerta del departamento que tenemos y todos salimos, con dirección a La Fosa; en donde nos proporcionan toda la mercancía que necesitamos.
Trabajamos para un narco llamado Christian Fernández.
Siendo casi unos niños, buscamos cómo sobrevivir y así comenzamos nuestras vidas, metidos en este mundo de mierda.
Porque una vez que sales, ya no hay marcha atrás. O continúas o te matan, así de simple.Fernández nos acogió como unos hijos. Sus hombres nos entrenaron y, después de casi un año, ya éramos todos unos expertos profesionales. Sabíamos disparar, nos enseñaron a ser hombres fríos y calculadores, a nunca mostrar temor alguno.
Mis camaradas y yo nos volvimos sus favoritos. Nunca le hemos fallado y tratamos de tenerlo contento todo el tiempo. Siempre cumplimos sus órdenes.
A mí por suerte, nunca me ha tocado matar a alguien, sólo me encargo de amenazarlos un poco y ya está.Matar es algo que me he rehusado a hacer, porque el día que lo haga, disfrutaré de hacerlo.
Nathan, Mikel y Zeke... estos tres tipos han sido mi ancla desde que tengo quince. He vivido con ellos desde hace siete años y siempre hemos sido muy unidos, somos como hermanos. Son la única familia que tengo y, a pesar de no compartir la misma sangre, compartimos pasados casi iguales.
Nos conocimos en las calles, luchando por sobrevivir. Un día nos encontramos con Nathan y él nos metió en este infierno. Y no lo culpo, él sólo era un niño también y nos ayudó. Necesitábamos conseguir dinero, moríamos de hambre y no nos quedó ningún remedio más que aceptar y comenzar en esto.
Cuando cumplimos diecisiete nos hicimos nuestro primer tatuaje: cuatro flechas en nuestro brazo derecho. Según nosotros, cada una nos representa.
Nos encargamos de vender coca y marihuana, ninguna otra droga más. Son las más solicitadas. Yo no me meto nada de eso, y mis amigos tampoco; es una regla que todos propusimos y hemos cumplido. Sólo nos embriagamos con alcohol y cigarrillos.
Mi entrada a este infierno con el tiempo desencadenó un sólo propósito. Uno muy importante para mí cuando descubrí la causa de muerte de mis padres y los de Nathan.
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Atracción Peligrosa. |PAUSADA|EDITANDO|
Teen FictionElissa Nualart nunca se imaginó que podría toparse con alguien como él. Como Garrett Dagger. Rompe corazones, autoritario, posesivo, egocéntrico, impulsivo, irritante, busca pleitos, violento... Había escuchado todas esas palabras, describiendo a G...