Garrett Dagger.
Después de echarme un muy buen polvo, me puse de mal humor. Provocado por esa maldita chica que me dejó totalmente caliente. ¿Quién se ha creído? A mí nadie me deja así, jamás.
Tan sólo de recordarla a ella, su rostro, su cuerpo... Más enojado me siento. No puede ser que me esté pasando todo esto. Normalmente es cosa de unos instantes y ya está.
Pero esta vez es diferente.
Busco a mis amigos, pero esos hijos de puta siguen sin aparecer. Así que, para olvidarme de ese acontecimiento y disminuir mi enojo, me voy a la barra a pedir unos tragos. No sé cuántos he tomado, he perdido la noción del tiempo. Ya me encuentro totalmente ebrio.
Me voy de ahí y me dirijo al centro; y comienzo a bailar. Algunas chicas descaradas —y, claramente necesitadas de atención—, se me pegan y yo me aprovecho de eso; las manoseo por todo su cuerpo.
Es lo que quieren, ¿no?
Continúo bailando con ellas hasta que me he cansado. Vuelvo a buscar a mis compañeros de vida y esta vez sí logro encontrarlos. Camino hacia ellos hasta que llego a su lado.
—¿En dónde estaban? —les reclamo.
—Pues disfrutando de la fiesta, hermano —me responde Zeke y comienza a reírse.
No soy el único en estado de ebriedad.
—¿Ya has te has tirado a alguien? —me pregunta Mikel.
Lo miro y le asiento, sonriéndole con malicia.
—Joder, entonces soy el único que no lo ha hecho —comenta y todos estallamos en risas —. Ahora mismo voy a cambiar eso. Vuelvo en unos minutos —anuncia y nos guiña un ojo antes de marcharse.
—¿Y tú, Nathan? —pregunto con una sonrisa de imbécil.
Mi amigo sonríe y agacha su cabeza, negando.
—Está esperando a que la chica de allá se aparte de sus amigas —dice Zeke, señalando a una chica de mediana estatura.
La chica tiene buen cuerpo —y excelentes curvas—. Es de cabello castaño oscuro y lacio. Trae puesto un short negro con rasgaduras y una blusa rosa palo. Está bailando con su grupo de amigas, también muy buenas.
Nathan no tiene malos gustos.
Escucho a Zeke echarse a reír y yo lo sigo. No puedo creerme que Nathan esté esperando eso, él no es así.
—Nathan, ¿qué demonios pasa contigo, amigo? Tú no esperas, tú actúas y ya —señalo y vuelvo a reír.
Nathan me mira y sonríe, volviendo a negar con la cabeza.
—No es eso. Lo que pasa es que ya la he visto antes en fiestas anteriores. Me gustó muchísimo. Pero nunca me atrevo a hablarle porque siempre está con su amiga —dice y da un asentimiento con su cabeza en dirección a la amiga fastidiosa.
Dirijo mi mirada a esa dirección y la veo. La sonrisa se me ha borrado de repente.
«No puede ser. Me cago en mis pantalones.»
Es la misma chica con la que me besé hace unas pocas horas. ¿Pero qué demonios?
¿Cómo es que nunca las había notado antes? Ya me hubiera tirado a esa chica desde ya hace tiempo. Pero como soy tan mal observador, no lo he hecho.
«Imbécil.»
Miro de vuelta a mi amigo y le sonrío con absoluta aprobación. Ambas amigas son muy guapas y, también, muy sexys.
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Atracción Peligrosa. |PAUSADA|EDITANDO|
Novela JuvenilElissa Nualart nunca se imaginó que podría toparse con alguien como él. Como Garrett Dagger. Rompe corazones, autoritario, posesivo, egocéntrico, impulsivo, irritante, busca pleitos, violento... Había escuchado todas esas palabras, describiendo a G...