Capítulo Diecinueve.

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Garrett Dagger.

He pasado una semana entera sin hablarle, sin tener contacto alguno con ella. He hablado con Nathan sobre sus mierdas de citas con su chica y cuando va a darle esas estúpidas asesorías, y así es como me he enterado de cómo ha estado Lissa. Elissa.

No tengo las jodidas bolas como para hablarle, no después de enterarme que contesté una de sus llamadas sin querer y que me ha escuchado tener sexo con una chica con la que me crucé.

Ni siquiera terminé con ella, después de escuchar su voz fui consciente de lo que hacía, y no dudé ni un segundo en echarla del departamento. Pude haber disfrutado de eso, pero en su lugar decidí lo que creí correcto, por ella.

Por esa maldita chica que no he podido sacarme de la cabeza. Creí que, después de volver a besarla, se me quitaría el gusto que tenía con ella. Pero no fue así, seguí queriendo más y más de ella, como un loco obsesivo.

Creí que sólo era un capricho que se solucionaría con un par de noches de sexo con chicas y ya. Pero vaya sorpresa me llevé al saber que no sentía lo mismo con ellas. Las miraba y la veía a ella, su dulce cara, sus preciosos ojos... Pero al parpadear, volvía a la estúpida realidad y caía en la cuenta que no eran ella y nunca lo serían. Porque ella jamás se acostaría con cualquier tipo que conociera en una fiesta o bar. Ella es fiel, ella es... diferente.

Ella es tímida, pero extrovertida. Es dulce, pero altanera. Es inocente y a la vez no. Es humilde, pero tenaz. Es una mezcla de diferentes tipos de chicas; ella es aplicada, pero le gustan las fiestas, se desvela estudiando, pero también se desvela divirtiéndose. Le gusta leer, le gusta lo tranquilo, lo pacífico, pero también le gusta lo peligroso; le gusta beber y bailar, le gusta la adrenalina. Es educada, pero a veces dice majaderías.

¡Joder! Ella es... perfecta. Y sé que se lo han dicho infinidad de veces, pero sé que ella es tan... ella, que les responde que no es así, pero sí lo es.

Quiero todo de ella y a la vez nada. Quiero tenerla para , por primera vez en mi puta vida quiero a una chica; después de mi madre y de aquella pobre chica de mi pasado. Por primera vez quiero pertenecerle a alguien, quiero sentir qué es lo que siente Nathan cuando está con Tam; quiero saber que se siente estar con alguien que te quiera, quiero sentir que se siente ser feliz...

Pero jamás podré saberlo. Porque sé que ella nunca podrá querer a alguien como yo, sé que ella merece a alguien mucho mejor que yo. Ella merece a alguien que sepa quererla como yo jamás podré, ella merece ser feliz y no lidiar con la vida de mierda que llevo.

Ella merece algo más, algo mejor. Por eso tengo que alejarme de ella, tengo que dejar de confundirla, tengo que dejarla ir y olvidarme de ella.

Sé que nunca podrá tener un futuro feliz conmigo, porque yo no sé amar.

Porque estoy roto y nadie puede arreglarme.




          *~*~*~*




—¿Qué hay, hermano? ¿Vamos por unas cervezas y unas amigas o qué? —nos pregunta Zeke.

—Voy por las cervezas, pero por las amigas no —responde Nathan con una sonrisa de idiota.

—Eh, creo que... igual que Nathan —dice con voz baja Mikel, sin mirarnos a todos. Pareciera como si le avergonzara decírnoslo.

—¿Qué? —dice Zeke y lo mira incrédulo—. Entiendo lo de Nate, pero, ¿tú? Vaya, creo que los estamos perdiendo. Sólo faltamos Garrett y yo. —Se ríe.

Atracción Peligrosa. |PAUSADA|EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora