Atracción Peligrosa. |PAUSADA|EDITANDO|

Capítulo Dieciséis.

Elissa Nualart.

—¿Y bien? ¿A dónde vas a ir con el ardiente Matt? —pregunta una Tam emocionada.

Le conté sobre la tercera salida y de inmediato se puso feliz. Creo que ella está más entusiasmada que yo.

Suelto una risita y niego con la cabeza.

—Me dijo que nos podríamos ver en la fiesta de mañana —respondo y me encojo de hombros.

—Bueno, pues mañana nos pondremos manos a la obra. Vamos a hacer de ti una chica sexy y ardiente —dice y sonríe.

Niego con la cabeza y me río.

—Está bien —murmuro y comienzo a devorar mi deliciosa hamburguesa con papas.

—Oye, sí que estabas hambrienta, ¿eh? —se burla Tam.

—Perdón por no haber desayunado nada en la mañana —me quejo—. Pero es que fue culpa de una señorita que se le olvidó poner nuestro despertador, ella sí se alistó y a mí jamás me levantó —le reclamo, en broma.

—Está bien, admito que fue mi culpa. Lo siento Elly. ¿Me perdonas? —dice y me suplica como una niña de cinco años.

—Te perdono Tam —respondo y me rio.

Miro a mi amiga y ella me observa con malicia.

Y eso sólo significa una cosa...

—¿Qué? —pregunto con intriga, mordiéndome el labio.

—Ya me enteré que estás de mejor amiga con Garrett —dice en un tono de reproche, pero sé que es broma.

—No somos mejores amigos, supongo que sólo nos llevamos un poco bien y ya —respondo en un tono vago.

—Bueno, sólo espero que no me cambies por él —masculla y hace un puchero que me provoca una carcajada

—No seas tonta, a ti jamás te cambiaría por nadie —le aseguro con una sonrisa.

—Tampoco yo —dice y me devuelve la sonrisa—. También quedé de verme con Nate en la fiesta.

Y eso significa que irá Garrett.

—Qué... genial —musito y le doy una mordida a mi hamburguesa.

Tam me mira con su ceño fruncido y dice—: A ti te sucede algo y me dirás qué es.

—Nada —susurro—. No me pasa nada.

Pero ella por supuesto no se ha tragado eso.

—Ya dime Elly, te conozco mejor que nadie y sé que me estás mintiendo. Dime la verdad —asevera.

No puedo mentirle, ella sabe leerme mejor que nadie.

—Es... es algo estúpido. Pero, no sé, será... raro, ¿no crees?

—¿Qué? —inquiere confundida.

—Pues no sabré si estar con ustedes o con Matt —declaro con una mueca.

—No hay problema —dice con una sonrisa—. Nos lo presentas y que se una a nosotros y ya.

No había pensado eso.

—¿Cómo no se me ocurrió? —digo y Tam se ríe.

—Porque no eres tan brillante como yo —dice y me sonríe—. Yo creo que deberías de juntarte más conmigo, no lo sé.

—Lo tomaré en cuenta. —Le sigo el juego y ambas reímos.