Capítulo Cuatro.

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Elissa Nualart.

—¡Joder, chica! Tú sí que tienes agallas. De veras —declara Kate con una sonrisa.

—Yo siempre cumplo mis retos —respondo con cierto orgullo en mi voz.

—Ya me ha quedado claro —dice y se echa a reír.

—Bueno, esto merece unos tragos, ¿no? —propone Alice.

Ella es una chica poco más bajita que yo, delgada, de tez muy blanca y con el cabello negro y lacio que le llega a los hombros.

—Claro que sí. Vamos —clama Britt y todas asentimos en contestación.

Britt es la más alta de todas, ha de medir como uno setenta, es de tez morena y tiene el cabello extremadamente rizado y largo, muy precioso. Es muy guapa.

Las seis nos dirigimos a la barra y pedimos unos cuantos tragos. Ya he perdido la cuenta y creo ya me encuentro totalmente ebria, porque de pronto tengo muchas ganas de reírme, de cualquier estupidez.

—Sí que estaba súper caliente el chico —comenta mi mejor amiga, claramente también ebria. Arrastrando las palabras.

La miro y comienzo a reírme a carcajadas.

—La verdad sí. Besa muuuy bien —reconozco.

Y así finaliza nuestra corta conversación.

Pedimos otra ronda de bebidas y acto seguido nos dirigimos nuevamente al centro, para poder bailar.

Siento vibrar mi celular en mi bolsa delantera de mis shorts. Lo saco y en la pantalla brilla el número de Alex. Al verlo, ruedo mis ojos y mejor apago mi celular, no quiero que me moleste.

Veo a Tamara sacar el suyo y ella sí lo contesta. Apuesto a que es el imbécil de Alex. Que ella lidie con él porque yo no lo haré.

Mi amiga vuelve a meter su celular en sus shorts. Me mira y camina hacia mí. Una vez que llega, se sitúa a mi lado y acerca su boca en mi oreja derecha, para que pueda escucharla mejor.

—Me llamó Alex. Me preguntó que en dónde estamos. Él ya se quiere marchar.

Me alejo de ella y ruedo los ojos en respuesta a su comentario.

Este idiota no aguanta nada. No me extraña, es un hijo de papi y de mami.

Es mi turno de acercarme a mi amiga y decirle:

—Mándalo a la mierda. Yo no pienso irme de aquí todavía. Dile que se vaya o no sé, después conseguiremos transporte.

Tamara me ve y sonríe con malicia.

—Ahora mismo —proclama y se aleja de mí.

Saca su celular y llama al tonto de Alex para decirle que no nos iremos con él.



                          *~*~*~*




Creo que son como la una de la mañana y nosotras aún seguimos en esta fiesta. Ya estamos completamente pasadas de alcohol y claramente necesitamos irnos, pero ninguna dice nada.

—Hey, chicas, ¿ya se quieren ir? —pregunta Madison y todas le asentimos en respuesta. Después, se dirige a nosotras y dice—: ¿Por dónde viven ustedes?

—En San José —responde Tamara por ambas.

—Genial, nos queda de paso. También vivimos cerca de ahí. Andando chicas.

Madison comienza a caminar; abriéndose camino a través de todas las personas, mientras nosotras la seguimos.

Estoy tan distraída con la tarea de seguir a las chicas que no me doy cuenta que de pronto choco con la espalda de alguien.

Atracción Peligrosa. |PAUSADA|EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora