•Viviendo con el Profesor• |Larry Stylinson|

•UNO•

—¡Louis! ¿Puedes bajar cariño?—. Llamó Johanna.

El castaño dejó a un lado su cuaderno y salió de su habitación, bajó las escaleras a la dirección en que la voz de su madre sonó.

—¿Qué pasa?—. Preguntó al llegar a la cocina y verla.

La mujer suspiró y lo miró con tristeza, Louis comprendió todo.

—Esta bien mamá, es su trabajo, no tienen que preocuparse por mi—. Indicó tranquilo.

—El problema es que... Peige no podrá cuidarte.

El castaño la miró con el ceño fruncido.

—Mamá... Tengo veinte años... No necesito una tonta niñera.

—¡Louis! Aún no eres responsable... No puedo dejarte sólo en la casa, nos iremos en dos días... estoy segura que todo sería un desastre.

—Pero mamá...

—No Louis, no voy a dejarte sólo... Si quieres puedes conseguir a algún amigo que te dé asilo en su casa, pero yo no voy a poner la mía en riesgo.

Louis asintió con una sonrisa, seguramente alguno de sus tantos amigos lo dejaría estar en su casa.

[...]

—¿No?

—Lo siento Louis, recuerda que mi padre es algo exigente... No le gustan las visitas—. Indicó el morocho apenado.

—¿Y tú Calum? Vamos... Recuerda que yo te regalé un jugo el primer día de clases.

—Ese jugo era de dudosa procedencia... ¡Recuerda que estaba abierto!

—¿Y? De todas maneras te lo regalé... ¡Vamos!

—No puedo, mi banda va a ensayar los fines de semana y te vas a molestar por el ruido.

Louis gruñó, miró a Michael suplicante, quién comía un emparedado.

—Ni lo pienses, mi casa es muy organizada y tú... Eres tú, olvídalo.

Louis bufó, miró a su última opción... Su hermano del alma, su confidente, su sombra, su mejor amigo desde fetos... ¡Tenía que ser él!

—Niall...

El rubio mordió su labio y miró al suelo, Louis comprendió todo.

—¡Lo siento Louis! En verdad me encantaría pero...

—¡Entiendo! Hoy están todos en mi contra, lo entiendo perfectamente—. Escupió molesto.

Se levantó de la cama y caminó a la puerta.

—Van a necesitar algo y también voy a tener un pretexto—. Susurró con voz chillona.

Salió de la habitación y bajó las escaleras... Un momento.

Volvió a subir las escaleras y entró a la habitación.

—¡Largo! Esta es mi casa—. Ordenó.

Todos estallaron en risas, Louis frunció el ceño, seguía molesto.

Zayn le sonrió de lado golpeando su hombro suavemente, Calum miraba al suelo culpable, Michael le acarició la espalda y Niall... Tomó los últimos sandwiches que quedaban y salió de la habitación casi corriendo.

Louis bufó y se lanzó a la cama. Creía que tenía amigos de verdad, sólo eran una bola de mentirosos... Pero Louis no era tan malo, sólo era algo desordenado, quejumbroso, molesto, anti-higienico y algo escandaloso.