[Miércoles 5:00 AM]
La alarma del rizado sonó, provocando que el dueño del aparato estirara su mano al buró para apagarla y volver a poner su brazo alrededor de aquella cintura. Una sonrisa adornaba su rostro, mientras cerraba nuevamente los ojos y se acurrucaba nuevamente en el espacio del cuello de... ¡Louis!.
El mayor abrió al instante los ojos y se incorporó sorprendido... ¿Cómo es que el oji-azul se encontraba en su cama?
Analizó rápidamente su cuerpo, afortunadamente tenía cada prenda de su pijama, al igual que el castaño, quién sólo vestía de la cintura para abajo. Se sonrojó completamente con tan solo pensar en que su mano estuvo toda la noche abrazando la suave piel del castaño.
Miró al menor por unos segundos y movió suavemente los cabellos castaños que cubrían un poco sus ojos. Sonrió enternecido y se estiró para plantar un dulce beso en los labios del chico, se levantó de la cama, colocando las mantas gruesas hasta el cuello del castaño y caminó perezosamente al baño para darse una merecida y caliente ducha.
[...]
El castaño abrió sus ojos lentamente, se estiró en la cama y miró al techo... Un momento... Esa no era su habitación. Se incorporó rápidamente y miró la linda habitación decorada con colores como café, beige y blanco.
Una sonrisa se esbozó en su rostro cuando recordó la noche anterior y una pequeña risa se escapó de sus labios... Ese rizado definitivamente lo había abrazado toda la noche. Un cosquilleo recorrió su estómago y se levantó de la cama, acomodó las sábanas y la gruesa manta restante, junto a las almohadas.
Caminó perezoso a su habitación y simplemente tomó un pantalón mezclilla, una camisa blanca de rayas y unas típicas vans.
Acomodó su cabello con algo de crema y artículos para el cuidado de este. Sonrió victorioso y caminó a la cocina. Cuando estuvo a unos pasos, acomodó su ropa para que luciera perfecta y colocó rápidamente brillo en sus labios. Finalmente tomó suficiente aire y continuó su camino.
Al llegar, un rizado se encontraba de espaldas a la entrada, parecía cocinar un apetitoso desayuno, pues cuando Louis entró, pudo sentir como un delicioso olor invadir sus fosas nasales.
Se acercó sigilosamente a la espalda del mayor y al estar a unos centímetros, colocó sus manos en sus costillas con una sonrisa. El mayor se sobresaltó luego de unos cortos segundos, haciendo reír al menor.
—¡Me asustaste!—. Exclamó el oji-verde sonrojado.
—¿Enserio?—. Preguntó irónico.
Harry soltó una risita y miró al chico, una gran sonrisa se esbozó en su rostro admirando su tierno vestuario.
—Te ves lindo—. Comentó.
El castaño sonrió sonrojado y miró al suelo.
—Gracias... Tú también.
—¿Qué dices? Yo uso está ropa todos los días, exceptuando los fines de semana.
—¿Y eso qué? Tú te ves muy bien con todo... ¿O qué? ¿Tú crees que no me gustaste por usar tu lindo traje de... Profesor?—. Preguntó acercándose al rizado para tomar su corbata en manos.
Harry soltó una risa nerviosa y se sonrojó cuando el oji-azul se encontraba a unos centímetros.
—Y... ¿Tú crees que no me gustaste por usar tu... Traje de... Alumno?—. Al instante en que se dió cuenta de la pregunta tonta que hizo se golpeó la frente con su palma.
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•Viviendo con el Profesor• |Larry Stylinson|
FanficLos padres de Louis, un chico de 20 años, tienen que ir a New York, por condiciones de trabajo, sin embargo, no quieren que esto sea problema en la educación de su querido hijo. Harry Styles, el profesor favorito de Louis, propone que este se quedé...