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"Hola"

Tenía la vista dirigida hacia un punto de vista en la pared blanca del hospital.
Oì las palabras de aquel doctor acerca del estado de Stitch... Digo Seth.

--Podemos entrar a verle. Ya esta despierto-- Anunció Angie dirijiendose a nosotros, su emocion resaltaba en cada palabra. Y su rostro, antes opaco y con demasiados rastros de preocuoacion, ahora lucia una reluciente sonrisa.

Quize moverme de mi lugar cuando vi a Reuben pararse y seguir a la rubia. Pero algo en mi pecho me decìa que pasarìa un mal momento. Tenìa un repentino miedo a algo que aun desconocìa.
Me pare de la silla con las piernas temblorosas ante la insistente mirada de Reuben.

Y les segui por el pasillo callado y blanco. Nos detuvimos en una habitación.
Y entramos.

Su cabeza estaba vendada y tenia el parpado derecho de un tono morado y verdoso.
Sonrió como solo él sabe hacerlo y algo en mi se removió.

--Angel, ¿Me puedes explicar que hace aqui la bola de grasa?-- Dijo Seth frunciendo demasiado el ceño-- ¿Y que diantres estoy haciendo en un puto hospital?-- Pregunto Cruzandose de brazos.

--¿No recuerdas?-- Preguntó extrañada Angie.

--No, solo se que estabamos comiendo en casa de Pleakley con Jumba, Leroy, tu y yo. Y luego ya nada-- Dijo frunciendo levemente los labios confundido.

El vertigo se apodero de cada una de mis celulas y mis ojos contra todo pronostico se empañaron, Angie me miro penosamente y vi como sus ojos tambien se aguaban.
Tenia que preguntar algo.

Pero el miedo me impedìa hablar.

Respiré hondo. Y luego exhalé.

--¿Sa-sabes quien soy y-yo?-- Tartamudee. Su mirada azul profundo se topo con la mia.

--No, no te conozco-- Dijo secamente-- ¿Angel vas a responderme?-- Insistió nuevamente.

Me largue de la habitacion cerrando la puerta de un azote que resono por los pasillos en los cuales emprendì una carrera ansiosa, de alejarme. El dolor quemaba por dentro.

El chico del que estaba enamorada habìa perdido los recuerdos sobre mì.

Atravezé las puertas del hospital, como si el clima quisiese burlarse de mi un viento se levanto, tan frio y fuerte que me calaba los huesos.

Aun asi heche a caminar. Mi apartamento no estaba lejos de allì. Quiza media hora caminando, escasos minutoa o una hora. No se cuanto habre tardado.
Solo camine vagamente hacia el ascensor, me dolian las piernas.
Aun tenìa el nudo en la garganta, mis nervios habian estado a flor de piel.

Entre.

Todo estaba malditamente callado.

Encontre una nota sobre la mesa. Nani me pedìa que no la esperase despierta. Tenìa una juntada con sus colegas de trabajo.

Estoy segura de que si supiera lo que hize hoy me encerraria bajo llave o conseguiria una jaula.

Mire el apartamento desde la entrada, estaba sombrió, el sol hacia rato habia caido pero quedaban debiles rayos de luz que se colaban entre el espacio que dejaban las cortinas.
Me senté en el sillón. El silencio era embriagador y me agradaba de sobremanera.

Nivel de Maldad [Lilo y Stitch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora