Wammy's Boys (pausada temporalmente)

"T" - Mail Jeevas (parte 8)

Inmediatamente bajé de mi auto y corrí hacia el edificio. No sabía por donde entrar, era un montón de escombros sin forma, ya ni siquiera parecía lo que era. Hasta que encontré lo que parecía ser una cueva hecha de los pedazos del edificio, que dirigía hacia alguna parte. No sabía si Mello seguiría ahí, pero me tuve que arriesgar; quité mi chaleco, lo coloqué sobre mi nariz y boca evitando la entrada de humo a mis pulmones (claro, como si no tuviera el suficiente ya) y entré.
Grité cientos de veces el nombre de Mello -porque quien sabe si seguía consciente-, pero no contestó, así que comencé a buscar arduamente. El calor era sofocante y el humo medianamente denso, aunque había luz gracias al fuego que estaba encendido en ciertos lugares.

Y luego, ahí estaba... Mello tirado sobre un montón de escombros, con una máscara anti-gas ya deshecha por la mitad, el lado izquierdo de su rostro cubierto en sangre, así como su hombro del mismo lado, pero aún seguía consciente.
Rápidamente me acerqué a él, rodeando con su brazo derecho mis hombros para poder salir de ahí; al ir saliendo casi a rastras, seguía llamándolo por su nombre para que se mantuviera despierto, pero parecía que su mente estaba perdida en otro lado. Al salir de ahí, rápidamente lo subí al auto y fuimos a la que era su casa (si, también Halle logró dar con la dirección).

Para sanar las heridas de Mello, tuve que pedirle material médico a Near: gasas, alcohol, vendas, incluso algo de suero, sedantes, anestésicos y oxígeno -por cierto, Mello tampoco sabe que Near me proporcionó esto-; tengo conocimiento en enfermería, por si se lo preguntaban. Fue una ardua labor pero logré estabilizarlo. Decidí dejarlo inconsciente por unos días, claro, hasta que se le bajara la inflamación y el posible dolor que tendría.
Su reacción al verme por primera vez en años no fue la más linda, de hecho, me gritó que no me necesitaba y blah, blah, blah...

Si, de nada, Mells... te salvé la vida hijo de puta.

Después se puso como loco y rompió con su puño el espejo, y más cuando se dió cuenta de que perdió la vista de su ojo izquierdo aproximadamente en un 60%; según sus propias palabras, solo distingue figuras y sombras difuminadas, como si fuera una neblina muy densa -no lo mencionó en su historia, porque realmente le afectó-. Si, también sé que le dolió bastante ver la cicatriz en su rostro, normal al ser un chico tan atractivo (desde mi opinión objetiva y no gay); él pensaba que me repugnaría por ser un "mounstro" (como el suele decirse constantemente), pero la verdad es que no... Yo le quiero hasta con la más mínima cicatriz.

— Deja de mirarme así — Mello me había plantado duramente sus ojos, estaba sentado a un lado de mí.
— ¿Así como? — se me había escapado verlo de reojo, mientras jugaba un videojuego.
— Con lástima. No la necesito y sabes que me purga que lo hagan. — apretó los puños contra la ropa.
— No sé de qué hablas, estás delirando.
— Ah, ¿seguro?. — rió irónicamente.
— Si, seguro... Solo me preocupo por ti, es todo.
— Mientes. — giró su cabeza a otro lado — Nadie se preocupa por alguien que tiene el rostro hecho un asco y que está medio ciego de un ojo, solo por gusto...
— Okay, a partir de hoy me llamo "Nadie". — se quedó en silencio — Bueno... — pausé la consola — Es hora de cambiarte el vendaje, iré por el material a la otra habitación.

Fueron noches de tener que sedarlo constantemente por los fuertes dolores que le producían las heridas, pero con el paso de estos, disminuyó el dolor dramáticamente.

Llevo aproximadamente dos meses viviendo aquí con él y, al parecer, no me soporta. Joder, al menos Near no me decía cuando recoger, ni cuándo cocinar (ni que fuera un maldito chef), ni si debía bañarme o no, ni si fumar o no (diría que Mello me va a matar por esto, pero técnicamente estoy muerto desde la segunda parte). Pero tenemos nuestros buenos ratos: le ayudo a recoger, a cocinar (lo haré mi esposa después de haber probado su comida), me baño, procuro no fumar dentro de casa, sin mencionar otras cosas *😏* ; además, usualmente salimos a bares, a restaurantes, al cine, al parque -claro, sin mencionar que en más de una ocasión nos topamos con varios de sus ex-clientes y a más de uno le partí la cara-. Todo ha ido con perfecta normalidad... Claro, sin mencionar la mierda esta de Kira y así.

Este último mes tuvimos que viajar a Kanto, Japón porque Mello tiene un plan "infalible" en el que se va a involucrar a Takada o sabe que mierda... Yo solo hago lo que Mello me dice. De hecho, el plan era que yo me llevaría a Takada en una moto y Mello distraería a los guardaespaldas, pero accidentalmente una vez me atreví a decir al ver una fotografía de ella «¡De-monios!, ¡Mira nada más que culo!» (porque si, no voy a mentir, es sumamente sexy)... Ahora Mello la llevará en moto y yo distraeré a los guardaespaldas, sin mencionar que no me dirigió la palabra en 1 semana.

Como sea, todo aparentemente está listo para ese día, pero... tengo miedo. Tuve miedo cuando mis padres me dejaron en un lugar totalmente diferente para mí, tuve miedo al hacer nuevos amigos, tuve miedo de enamorarme de Mello, tuve miedo cuando él se fué, tuve miedo cuando intenté suicidarme, tuve miedo cuando salí de Wammy's, tuve miedo al encontrarme nuevamente con mis padres e irme, tuve miedo al escuchar la voz de Mello, tuve miedo al verlo otra vez y temer por su vida. A muchas cosas le he temido, pero esto es distinto... Le tengo miedo a la incertidumbre de lo que podría pasar. Esto es algo muy peligroso, a Mello y a mi nos consta que lo más probable es que muramos ambos, pero tratamos de pensar mínimamente en eso, o al menos él lo trata, a mi la idea me aterra cada día que pasa. Tal vez mi terror está en que no volvamos a estar juntos, o que no pueda casarme y envejecer con él, o que no podamos contarle a alguien nuestras aventuras... O que ya no exista un "nos hablamos luego, Mells/Matty".

Pase lo que pase, viviré o moriré satisfecho, algo debí haber hecho bien para honrar la memoria de "L", algo debí haber hecho bien para poder estar en donde estoy ahora junto a una persona que me "ama-odia", algo debí haber hecho bien para ser quién soy... Y eso me deja un poco más tranquilo.

Bueno gente, nos hablamos luego.

El juego aún no ha terminado.