Wammy's Boys (pausada temporalmente)

"S" - Lisa Lindal (parte 2)

Joder, ya estaba en cuarto lugar en la línea de sucesores, estaba tan cerca de alcanzar el primer puesto. No me iba a rendir, sabía que podría a llegar a ser la primera sucesora de "L", soy bastante optimista.

Como sea, cambiando un poco de tema, mi desarrollo físico como adolescente no fue como el de las chicas promedio: mientras unas ya tenían pechos, yo apenas tenía algo parecido a pechos; mientras que otras tenían una cintura, cadera y trasero bien definidos, yo parecía un chico (basta decir que Mello tenía más cintura y trasero que yo);  mientras a unas les había llegado su período, a mi no me llegaría si no hasta los 16 años; la única ventaja de todo esto es que jamás tuve espinillas o barros en exceso.

Solo hubo cambios emocionales, enojos, rabietas, alegrías, lágrimas, euforia... En fin, todo lo que es una típica adolescente. También me empezaron a gustar más los chicos.
Casi desde que llegó Near a Wammy's empezó a llamarme la atención, siempre le insistí pero jamás me hizo caso, ni siquiera me quería alrededor; todo empeoró cuando fui creciendo, porque ahora me había enamorado de él. Eventualmente solo... Me alejé como él quería que lo hiciera.

Pero luego me acerqué a Matt. Yo sabía que Matt tenía depresión y yo -siendo alguien naturalmente empática- empecé a entablar conversaciones con él, era un chico súper lindo, éramos diferentes pero nos llevábamos bien.
Pero bueno... A Mello yo le jodía, y era yo o Mello, pero como Matt estaba tan molesto con él, terminó por escogerme a mi y hasta pedirme que fuera su novia. Obviamente, el chico rubio me hizo la vida imposible: me pegaba goma de mascar en el cabello, me mojaba con agua helada, llegó a cortar varios de mis vestidos, incluso por poco como un trozo de chocolate que puso dentro de uno de mis sándwiches -sabiendo que soy alérgica-. El último día que hablé directamente con Matt fue cuando Mello me golpeó hasta el cansancio sobre la nieve helada que rodeaba Wammy's (casi me estrangulaba, de hecho); Matt terminó por cortar nuestra "relación" por el bien de ambos y regresó a hablarle como siempre y a pedirle que fuera su novio.
Si, así de extraño fue todo. Me dolió que me dejara, pero también temía por mi vida, así que... Podía vivir sin él (literalmente hablando).

En fin, todo transcurría con naturalidad hasta que... Nos enteramos de la muerte de "L".

Supe que Mello se había ido de la institución pero aún no sabía el motivo; supe que Near tenía una expresión terrible en el rostro pero aún no sabía el motivo; pude ver como Matt estaba hecho un desastre y, aunque no me dirigió la palabra, solo me informó la trágica noticia.
Él era mi ídolo, mi motivo de inspiración, lo único que podía admirar... Y ya no estaba.

Perdí la fé, perdí la esperanza, perdí todo lo que tenía, sabía que jamás podría sucederlo así que -así como Mello- solo tomé mis cosas y me fui, con la herencia de "L" entre mis dedos.

Cuando llegué al aeropuerto, me topé a Mello sentado sobre un asiento, llevaba más de 12 horas sin animarse a subir a un avión.
— ¿Qué hay, Mello? — me senté a un lado.
— No, Linda, no volveré a Wammy's — se secó fuertemente las lágrimas que escurrían por sus mejillas.
— Descuida, yo también me voy — suspiré, giró a verme sorprendido — Me enteré de lo de "L", y yo... No puedo seguir ahí — ambos nos quedamos en silencio.
— No sé a dónde ir — miró al suelo — No he tomado un avión desde que tengo 6 años y... No sé... Estoy muy confundido.
— Vamos juntos a Estados Unidos — sonreí sin ganas.
— ¡Si, claro! — rió amargamente.
— Bueno, sugiere algo más — no dijo nada — Planeo viajar a Arkansas, pero no hay vuelos directos, así que compré uno a Nueva York y después viajaré hacia allá. Aún tienes tiempo, el vuelo sale en 3 horas.
— Bien, pero no quiero que me hables durante todo el viaje, ¿está claro?. No estoy de humor.
— Descuida, ni yo lo estoy — subí y bajé los hombros — Iré a comprar tu boleto, no te muevas de aquí.

Y así fue como viajamos juntos y cumplí la promesa de no hablarle, sin embargo, él charlaba y charlaba sobre Wammy's, sobre "L", sobre Near, sobre Matt, sobre cuanto sentía haberme golpeado aquel día... Tal vez, simplemente necesitaba desahogarse. Llegamos a Nueva York, él se quedó y yo tomé un autobús hacia Arkansas -era más económico que el avión, pero el viaje era largo y ajetreado-.

Lo primero que hice al llegar a mi ciudad natal, fue visitar las tumbas de mis padres, pidiéndoles por algún consejo, pidiéndoles que me ayudaran, pero era más que obvio que jamás obtendría respuesta.
Mi intención era recuperar mi antigua casa, pero era más que obvio que no gastaría todo lo que tenía comprándola de nuevo, así que empecé hospedandome en un pequeño departamento.
Jamás había trabajado en mi vida, pero aún así comencé a trabajar de empacadora, de mesera, de niñera, en limpieza, pero ninguno de los trabajos fue muy estable.

Después de pasar casi uno o dos años sin tocar un pincel y pintura -me sentía bastante desmotivada-, comencé a pintar de nuevo y a vender mis cuadros; es más que claro que no vendí millones de dólares, pero si lo suficiente para poder recuperar al fin mi vieja casa. El llegar ahí me trajo miles de recuerdos felices, cuando era una niña pequeña y no sufría de ninguna preocupación, de ninguna soledad... Luego me dí cuenta: realmente extrañaba Wammy's. Fue mi segundo hogar, el único lugar que supo darme cobijo y cariño, el único que supo apreciarme por lo que era... Y ahora estaba sola. Me hundí en la total depresión, no quería salir ni trabajar, lo único que hacía era perderme en mis cuadros, liberando mis recuerdos a través del pincel, haciendo retratos de Alex, Beyond, Near, Mello y Matt, dibujando paisajes  de aquel hermoso lugar, sus canchas de deportes, el edificio en sí, sus hermosos jardines, incluso corté mi larga cabellera... Cuanto deseaba volver.

Cuando sentía que ya no podía más, cuando empezaba a considerar la muerte como opción... Alguien tocó a mi puerta.