Wammy's Boys (pausada temporalmente)

"M" - Mihael Keehl (parte 2)

Era un chico de cabello castaño, delgado, vestido con una playera de mangas largas con rayas, además de un pantalón de mezclilla no tan holgado. Pensé que no se había percatado de mi presencia hasta que habló.
— Oh, tú debes ser el chico nuevo — dijo él apartando su vista de la pantalla — Soy Matt, mucho gusto —, me limité a solo observarlo, no dije ni hice nada. — ¿Y tú eres...? — no obtuvo respuesta — Como quieras, no te voy a obligar — corrió hacia su cama y se tumbó sobre ella, comenzó a jugar con su gameboy. El irritante sonido de las teclas y los sonidos agudos del videojuego, retumbaban en mis tímpanos, mi cerebro estaba a punto de estallar. Yo fui el que explotó.
— ¡¿Quieres callar esa maldita cosa?! — me senté sobre la cama y le grité.
— Espera, que me faltan unos niveles más — dijo aún con la mirada fija en la pantalla y sin darle importancia.
— ¡Me importa un comino! ¡Cállate! — estaba rojo de ira, con los puños bien cerrados.
— Okay, sólo si me dices cuál es tu apodo — pausó su juego y giró a verme.
— ¡Olvídalo, idiota! — no pregunten de donde aprendí las malas palabras.
— Muy bien... — siguió jugando.
— ¡Ah! ¡Maldición! ¡Soy Mello!
— Mucho gusto, Mello — se levantó, se dirigió a mi y estiró su mano esperando que lo saludara. Más relajado, estreché su mano.

Y así, Matt fue el primer y único amigo que hice en la vida. Siempre fui un maldito con todos, hasta con los adultos, pero con él no, él sacaba lo mejor de mi. Admito que hay momentos en los que quisiera tomarlo del cuello y estrujarlo hasta que su rostro se tornara violeta, pero después pienso que tal vez podría morir y eso conllevaría a quedarme solo, y no quiero que esté lejos de mi.
Yo le tengo afecto, pero es un afecto distinto, y también sé que el siente lo mismo porque me lo ha dicho y bueno... No, ni lo sueñes Near, no voy a contar nada más, ¡desgraciado! ¡un día te mataré! ¡lo juro!; y Matt: si dices algo, te voy a golpear tanto que ni siquiera vas a recordar tu verdadero nombre, lo juro.

Como sea, hablando de Matt, él fue el que me contó acerca del famoso "L", el mejor detective del mundo. También me dijo que él - osea, Matt - era su primer sucesor - de "nueva generación", ya que técnicamente seguían siendo Alex el primero y B el segundo - por el momento, pero que si me esforzaba lo suficiente, podía ser el primero y que eso no le importaba porque "no estaba interesado en ser el sucesor de 'L'"... ¿Quién en su sano juicio no quería ser su sucesor? sólo él.
Para ser sincero, no es que yo "admirara a L", de hecho, me daba totalmente igual - como el resto del mundo, así que es una total falacia la estupidez que dijo "B" de que yo lo "idolatraba", me gustaba su forma de ser pero no era su "fan" -, pero se oye tentador cuando te solicitan para una "candidatura" de detective, cuando te dicen que eres tan bueno que podrías llegar a ser uno de los mejores en el mundo; eso fue lo que me mantuvo en constancia.

Pasaron 2 años para que movieran a Matt al segundo puesto y me colocaran a mí en el primero, para eso Matt tuvo que reducir sus esfuerzos. Que se sepa que yo no le obligué a nada, fue su decisión, aunque me alegra que lo haya hecho porque el maldito era bueno, tenía y tiene mucho potencial, y aún así fingió ser un idiota para que yo pudiera quedar en primero; pero así es Matt, por eso lo... Nop.

Justo cuando ya me podía ver como uno de los mejores detectives del mundo, cuando creía que tenía todo asegurado, cuando estaba a punto de conocer a "L" en persona, cuando estaba por ser el único elegido para sucederlo... Aparece la idiota pelusa de Near. Te odio, te lo digo con cariño.
Al principio, él cómo persona me valía un vil carajo, pero después ya no pude ignorarlo. Lo que yo tardé 2 años en conseguir, él solo tardó unos meses; toda la atención estaba sobre él. "Near esto... Near aquello... Near, esfuérzate más... Apuesto a que serás el sucesor principal de 'L'" blah, blah, blah, todo esto fue dicho por el mismo Roger y Watari en mis propias narices... ¡Que descaro!.

Casi un año después, en una ocasión, pude ver como los chicos se acercaban en el comedor a él para preguntarle cientos de cosas, sin embargo, Matt y yo estábamos arrinconados y solos en una mesa casi en una esquina. Ya sabía que si los demás no me hablaban era por mi actitud de perra - y me daba igual -, pero lo que me irritaba era que toda la atención la tuviera Near. "¿Qué tiene de especial ese idiota? ¿Inteligencia sobrehumana? Matt es más listo que él y toda esa bola de estúpidos que lo idolatran. No, yo soy más inteligente, mi única desventaja es que no soy un lame botas como él".
Como si ese maldito pudiera leer mis pensamientos, giró a verme y se rió de mi. Esa fue la gota que derramó el vaso. Corrí hacia donde estaba el albino, tomé impulso, me tiré sobre él y ambos caímos al suelo; empecé a golpearlo como si fuera saco de boxeo, ¡el inútil no hacía más que cubrirse con los brazos!, ¡ha!. Matt se acercó y me jaló por la cintura, pero aún seguía furioso, lancé puñetazos y patadas al aire - accidentalmente lo golpeé y no me dí cuenta, lo siento Matt -. Near sólo me observaba inexpresivo, como si no le importara, como si no sintiera nada; "en unas horas lo sentirás idiota". Después de eso, estuve castigado por "tiempo indefinido" (en realidad, solo fueron 2 meses).

Pasó un tiempo - otro año, a decir verdad - y, después de ese incidente, se me hizo una adicción el golpear a Near; cada que me reventaba los nervios o cada que se me antojaba, lo golpeaba (en una ocasión casi lo dejo inconsciente, maldita suerte).
Todo el personal de la escuela ya no sabía qué hacer conmigo, tenían miedo que fuera a matar a su "niño genio", pero eso sería una opción muy rápida y poco dolorosa; no me iban a cambiar de institución porque después ¿quién iba a reemplazar a su pequeño Near si ya no estuviera?.
Un día, nos reunieron a Near, Matt y a mi, en un salón con unos cuantos sofás, parecía una sala de estar, estábamos esperando la llegada de alguien. Miré a mi alrededor y observé a Near: tenía la cara violeta e hinchada, pasó de blanco a púrpura en unas horas; por el momento no tenía ganas de golpearlo, ya lo había hecho y quedé muy satisfecho. Matt tenía cara de confusión, no lo culpo, él no tenía nada que ver con este asunto y aún así estaba aquí, era cómplice sin serlo.
De repente, alguien abrió lentamente la puerta. Al entrar, pudimos observar a una figura encorvada, era un chico pálido, delgado, despeinado, ojeroso, vestido con playera blanca y jeans holgados.

En ese momento no lo sabíamos, pero estábamos frente al mejor detective del mundo: "L".