03/04/18

4 0 0
                                    

Honestamente, no quiero estar para nadie. 

Me he estado enojando por todo, quiero creer que es porque me está bajando. 

Da igual, siempre estaré aquí para desahogarme en el momento.


No quiero estar para nadie, no tengo ganas de hablar.
Realmente es de las pocas veces en mi vida, que necesito tiempo sólo para mí, sentirme cómoda y no hablar con nadie. No preocuparme por nadie y no darle mis palabras sabias a nadie. Simplemente esas cosas que doy cuándo veo que alguien que amo está mal. Quiero no responderle a nadie, porque estoy harta de que la gente sea terca, que se atrape en pensamientos negativos y no trate de hacer nada por sí mismo. 

¿Cómo es posible odiarse, no aceptarse, y no hacer nada por ello? 

¿Eres gordo?, ¿no te gusta? Come bien, ¿no puedes? Entonces no te quejes y ámate. Realmente no soy quién para decir eso. Pero después de tanto tiempo... Yo lo intento, quiero aceptarme cómo soy o hacer la lucha por cambiar lo que quiero.

Ya no quiero estar rodeada de gente que me frustre, o que sea tóxica, que me haga cambiar de humor demasiado rápido. Estoy cansada de eso. Y sí, en estos momentos estoy pensando en muchas personas que están a mi al rededor, que veré en unos días más, cuándo termine mis dos semanas de vacaciones. ¿Qué pasará con esas personas? No sé, dependiendo de quien sea, les iré quitando mi importancia.

No debo juzgar a las personas por su edad, pero realmente, en muchas cosas se nota su edad. Hay gente que es muy madura y que pasan por cosas que los hacen ser así, hay otras que sinplmente me parece absurda su forma de ser. 

No cuentas conmigo.

Ya no más.

O quizá sí.


Son los sentimientos de una fruta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora